Obama por Latinoamérica, otro capítulo de retórica (+ video)


La gira del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, por América Latina, con inicio en Brasil, podría ser otro capítulo de retórica en su promesa incumplida de "alianza entre iguales" con los vecinos del sur.

En abril de 2009, durante la V Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago, el mandatario de la mayor potencia mundial dijo buscar "una alianza entre iguales" con Latinoamérica y el Caribe, para dejar atrás el pasado en que "hemos tratado de dictar nuestras condiciones".

Desde mañana y hasta el 23 de marzo, el gobernante desarrollará su primer periplo por la región, que también incluye a Chile y El Salvador.

Agrupaciones sociales e intelectuales del hemisferio aprovechan el contexto para subrayar la discordancia entre el discurso y la ejecutoria de la Administración Obama, lo que incluye el incumplimiento de sus ofrecimientos de campaña electoral.

El Centro Brasileño de Solidaridad con los Pueblos y la Lucha por la Paz en la figura de su presidenta, Socorro Gomes, destacó que "en la práctica, las posiciones adoptadas por Obama dan continuidad a las políticas belicistas de sus antecesores" al frente del Ejecutivo estadounidense.

"Lo que Obama viene a hacer aquí es un discurso retórico, descomprometido con sus actitudes, que han ido en el camino contrario a la paz y al derecho internacional", opinó la también dirigente del Consejo Mundial por la Paz.

Hace dos años, en la V Cumbre de las Américas, el ocupante de la Casa Blanca se comprometió, entre otras cosas, a "llevar la relación entre EE.UU. y Cuba en nueva dirección", lo que fue entendido como un posible retiro de las medidas coercitivas contra esa nación caribeña.

En aquel encuentro hemisférico, la presidenta argentina, Cristina Fernández, solicitó a Obama superar el "anacronismo que significa el bloqueo a la hermana República de Cuba y pedir su levantamiento".

Con motivo de la presente visita, el capítulo brasileño de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad reiteró el reclamo de poner fin al bloqueo y liberar a cinco antiterroristas cubanos encarcelados en Estados Unidos desde 1998, tras juicios considerados farsas judiciales.

La petición, suscrita por el prestigioso arquitecto Oscar Niemeyer y la presidenta del capítulo brasileño de la Red, Marilia Guimaraes, concuerda con las exigencias de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, mediante 19 votaciones anuales consecutivas.

"Esperábamos que su gobierno trajese la paz y la justicia para nuestra querida isla cubana que, como es sabido, a pesar del bloqueo de más de 50 años consigue ocupar un lugar destacado en el mundo con avances significativos en el área de biotecnología, educacional y en el área de la salud pública", expresa la misiva.

Representantes de los grupos de solidaridad con Cuba en Brasil entregaron al asesor especial de la presidencia para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, una carta dirigida a la mandataria, Dilma Rousseff, también con el ánimo de respaldar la supresión del bloqueo.

Titulada "Recurso por la verdad y la justicia", la carta está firmada por más de 700 personas a título individual, más de 60 organizaciones sociales, sindicales, estudiantiles, populares y solidarias, así como por 43 legisladores del estado de Río Grande do Sul.

Sindicatos y movimientos sociales brasileños emitieron el pasado 14 de marzo un comunicado en que califican al jefe de la Casa Blanca de persona no grata.

"Es persona no grata en Brasil porque como latinoamericanos sabemos que la política de Estados Unidos para América Latina no mudó en nada. No aceptamos el mantenimiento del bloqueo contra Cuba, las provocaciones contra Venezuela, Nicaragua, Bolivia o Ecuador", recordó el texto.

Bajo la conducción de Obama, Estados Unidos mantiene tropas de ocupación en Iraq y Afganistán, amenaza a países soberanos como Irán, Siria y República Popular Democrática de Corea, señaló el documento.

Entre los rasgos de continuidad de la injerencia ubicaron además la presencia de nuevas bases militares estadounidenses en Colombia y el incremento de los movimientos de sus tropas en Costa Rica y Panamá.

Luchadores sociales en Chile también expresaron su rechazo a la próxima presencia del jefe de la Casa Blanca en ese territorio suramericano.

A juicio de la Unión Antiimperialista, en la región chilena del Bío Bío la gira del dignatario norteño pretende frenar el desarrollo de espacios populares y soberanos en la región como la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).

Obama trae como misión la profundización del modelo neoliberal, remarcó el mensaje de la agrupación, que cuestionó también la postura de Washington en relación con crisis interna en Libia.

El imperio y la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) preparan la V flota para intervenir en Libia, amparados en una ola de mentiras y desinformación, opinó la Unión Antiimperialista.

Chile, añadió el pronunciamiento, "ha sufrido en carne propia la dominación y el despojo de sus riquezas por parte de Estados Unidos y la oligarquía nacional".

Conocido es "el nefasto rol jugado por el gobierno norteamericano en el derrocamiento del gobierno constitucional, popular y democrático del presidente Salvador Allende y la posterior aplicación del terrorismo de Estado por parte de la dictadura militar", recordó el análisis.

El Colegio de Profesores de Chile, organizaciones estudiantiles y de derechos humanos convocaron a una movilización popular de protesta contra la llegada de Obama para el domingo entrante, vísperas de su arribo al país.

Para el destacado abogado chileno Eduardo Contreras, la visita del gobernante ocurre "cuando el imperialismo que él representa conspira contra todo cambio democrático en nuestro continente, contra todo gobierno progresista".

¿MÁS PROMESAS?

El consejero de Seguridad Nacional Adjunto para temas económicos de la Casa Blanca, Mike Froman, confirmó que la agenda de Obama incluye un amplio rango de temas, desde energías renovables, hasta cambio climático y seguridad, pero el énfasis descansará en lo económico.

"Fundamentalmente este es un viaje sobre la recuperación de Estados Unidos, las exportaciones de Estados Unidos y la relación crítica que Latinoamérica juega en nuestra economía", informó Froman en conferencia de prensa.

Por su parte, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil anunció que Dilma Rousseff y Obama rubricarán unos 10 acuerdos en áreas como producción conjunta de biocombustibles para aeronaves, distintas ramas económicas y cooperación en ciencia espacial.

En entrevista publicada por el diario Valor, la mandataria afirmó que la visita de su homólogo norteamericano consolida la percepción de que Brasil puede "ser un socio importantísimo" de Estados Unidos.

"¿Qué otro país del mundo tiene la reserva de petróleo que tenemos, no tiene guerra, no tiene conflicto étnico, respeta contratos, tiene principios democráticos extremadamente claros y visión del mundo tan favorable a la paz?", dijo Rousseff, citada por el rotativo.

No obstante, precisó, "nosotros ya no somos un país de la época de la Alianza para el Progreso, un país que necesita de ese tipo de ayuda". Puesta en práctica en 1961 por el presidente John F. Kennedy, la referida Alianza otorgó asistencia económica y social a los países latinoamericanos en el intento de contrarrestar el ejemplo independentista de la Revolución cubana.

Analistas coinciden en que la Casa Blanca da señales de preocupación por la creciente presencia de negocios canadienses, europeos y, sobre todo, chinos en América Latina.

También por el surgimiento de nuevos vínculos integracionistas salidos del esquema tradicional de dominación estadounidense.

Reportes de prensa fechados en Washington notifican que el secretario de Estado Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela, trató de restarle importancia al tema.

Sobre la pérdida de influencia económica, el funcionario expresó: "No pasa nada. A América Latina le conviene tener mayores fuentes de inversiones y mayores puntos para sus exportaciones (...). Cuando Chile vende cobre a China puede comprar aviones a Estados Unidos", contrapunteó.

Bajo el título "Obama se dirige al Sur", politólogo estadounidense Meter Hakim, presidente de Diálogo Interamericano, señaló que "la mayor parte de los países de la región consideran hoy a EE.UU. más distante y menos relevante que antes para sus intereses, necesidades y opiniones".

A lo anterior se une que tienen "un espectro más amplio de posibles socios inversores y comerciales. China, en concreto, ha asumido un papel importante y en constante crecimiento", añadió el profesor.

Hakim apreció que los gobiernos latinoamericanos "están también llevando la iniciativa para crear sus propios acuerdos e instituciones que algunas veces refuerzan, pero también compiten con organizaciones interamericanas como la OEA".

Históricamente, fuerzas de izquierda en América Latina ubican a la OEA (Organización de Estados Americano) entre los mecanismos empleados por Estados Unidos para injerirse en los asuntos internos de otras naciones del área.

En el plano comercial, la gira de Obama podría servir para concertar distintos acuerdos, bajo signos pragmáticos, pero está por ver cómo el gobernante podría justificar el incumplimiento de sus promesas en temas migratorios, un reclamo universal en la región.

Sigue pendiente la reforma migratoria integral tantas veces ofrecidas por el gobierno estadounidense, mientras crece la hostilidad contra hispanos y otros migrantes mediante la promulgación de legislaciones restrictivas y discriminatorias como la suscrita el año anterior en el estado norteamericano de Arizona.

Grupos comunitarios en El Salvador manifestaron su desacuerdo con la visita de Obama a causa del problema migratorio.

Datos oficiales cifran en 220 mil los nacionales de ese país centroamericano residentes en Estados Unidos bajo la zozobra de estar al amparo transitorio de un Programa de Protección Temporal, aunque fuentes regionales e internacionales reportan más de 350 mil.

Según anunció el secretario Arturo Valenzuela, Obama realizará en Chile un discurso "importante" para las Américas. Está por ver si el jefe de la Casa Blanca planteará un real cambio en las posturas de Estados Unidos hacia la región.

Por el momento, movimientos sociales avizoran otro ejercicio de retórica, unido a promesas en términos de toma y daca para tratar de frenar los espacios de soberanía e integración nacidos de proyectos con vocación latinoamerica como el ALBA. (Prensa Latina)

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