El Pentágono ha presentado la nueva Estrategia de Seguridad Nacional. Modificada por primera vez desde 2004, el documento de 24 páginas se centra en cuatro objetivos: la lucha contra el extremismo violento; disuadir y derrotar a los agresores; fortalecer la seguridad regional e internacional y diseñar las futuras fuerzas militares.
Es la primera revisión de la estrategia de las Fuerzas Armadas de EE. UU. en siete años, pese a que por ley se debería revisar cada dos.
El tema principal del documento ha variado desde 2004. Esta vez el análisis del Pentágono revela que lo más importante es reforzar la seguridad internacional y regional mientras que la anterior estrategia se centraba en la protección de Estados Unidos, la prevención de los ataques y la garantía de superioridad en comparación con las fuerzas armadas del enemigo.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE. UU., el almirante Mike Mullen, define la situación actual como “un mundo de múltiples nódulos”, lo que obliga a EE. UU. a prepararse para nuevos y diversos riesgos.
Antes EE. UU. daba más atención a Afganistán e Irak. Ahora que se prevé la retirada de tropas de ambos países antes de 2014, los objetivos principales pasan a la región de Asia-Pacífico, donde crece el poder de India y China y Corea del Norte continúa elaborando su programa nuclear.
"Aunque seguimos perfeccionando cómo contrarrestar el extremismo violento y repeler la agresión, esta estrategia también enfatiza correctamente que nuestro poder militar es más efectivo cuando es empleado conjuntamente con otros elementos de poder", escribió el almirante Mike Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto, en su blog "Chairman's Corner", informó Reuters.
Según los diseñadores de la estrategia, EE. UU. trata de alcanzar la paz y seguridad en el planeta sin las armas nucleares y de cooperar con sus aliados en este asunto.
La nueva estrategia incluye además las nuevas tendencias demográficas en el mundo, el cambio de la población en las diferentes regiones, las posibles carencias de recursos naturales que se deriven, el cambio climático y la amenaza de desastres naturales, los cambios en la prosperidad en el planeta, las nuevas tecnologías y una mayor competencia en el espacio y el ciberespacio.(rusia Today, Reuters)
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