Internet no muere, sino la libertad y la igualdad si triunfa el dominio del mercado.





Norelys Morales Aguilera-El artículo, Internet ha muerto. Larga vida a Internet de la revista Wired por Chris Anderson en paralelo con Michael Wolff ha despertado la polémica teórica, pero también hace evidente que está en juego la libertad e igualdad que se destroza con la amable tiranía del mercado, aunque esto se jerarquiza menos entre las repercusiones.
Algunas ideas de dicho artículo que nos llevan a ver tanto el desarrollo de la web 2.0 como las amenazas que supone son:
· "Usted ha pasado el día en Internet, pero no en la web. Y no está solo".
· "El hecho de que sea más fácil para las empresas hacer dinero en estas plataformas cimienta la tendencia. Productores y consumidores están de acuerdo: la web no es la culminación de la revolución digital".
· "Es el camino natural de la industrialización: invención, propagación, adopción y control".
· "¿Ha consultado usted su factura del teléfono móvil?".
· "Intelectualmente apreciamos lo abierto, pero al final del día nos hemos decantado hacia los caminos más fáciles".
· "Los jóvenes tienen más tiempo que dinero, pero cuando te haces mayor, tienes más dinero que tiempo"
En el debate promovido por Wired, Tim O'Reilly responde a Anderson: Es la parte final lo que importa”, con una cierta dosis de cinismo:“El concepto clave de la Web 2.0 es que en la era de las aplicaciones en red, los efectos importan, los ricos se hacen más ricos, y hay enormes concentraciones de poder inevitable, cuando las aplicaciones literalmente mejoran cuanta más gente los utilizan, no sólo porque hay son más las personas que utilizan la misma aplicación (que es el tipo de efecto de red que vimos en la era de Microsoft Word y Excel), sino porque, literalmente, las aplicaciones más inteligentes, al reunir más datos de sus usuarios. (Peter Norvig de Google dijo sobre el reconocimiento de voz: "No tenemos mejores algoritmos que nadie, sólo tenemos más datos.") (As Google chief scientist Peter Norvig once said about speech recognition, “We don't have better algorithms than anyone else, we just have more data.”)


Lo que ahora se ha maximizado es la conquista del mercado en la red, una nueva batalla del capital que es además, la posibilidad del límite a la Internet. En otros términos, el desnivel que ello supondría arrasará con las conquistas de Internet como derecho humano, lo que se la logrado por la humanidad por ser abierta. Aunque siempre habrá que hacer notar la brecha colosal entre info-conectados y desconectados.

La Polémica 

Así puede ser resumida. La primera crítica que ha recibido el artículo consiste en destacar que confunde el fin de la web con el fin de ciertos negocios sobre la web.
En Canoe aseguran que gente como Julian Assange, de Wikileaks, continuarán utilizando el poder de la web y los curiosos continuarán encontrándose en ella, "pero las ovejas habrán emigrado".
En New York Magazine advierten que las tesis expuestas en este artículo por Anderson son una discreta corrección a las sostenidas en su último libro, Free: The Future of a Radical Price, donde sostenía que en el mundo digital, donde el coste de producción se acerca a cero, lo gratis será ampliamente empleado por las compañías para conducir al consumidor hacia la compra de otros productos.
En TechCrunch son particularmente contundentes. Sostienen que Wired se equivocó en 1997 y vuelve a hacerlo ahora.
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