Obama sufre un 11-S ecológico.


Harry Blackmouth

El descomunal derrame de petróleo en el golfo de México amenaza las costas de Luisiana y la Florida y el norte de Cuba. Entre tanto, prominentes científicos acusan al gobierno y a British Petroleum de ocultar la magnitud del desastre

Algunos comentaristas dicen que la catástrofe causada por la explosión e incendio de la torre de perforación Deepwater Horizon, el pasado 20 de abril, en las profundidades del Golfo de México, equivale para el gobierno del presidente Barack Obama al desastre que representó para la imagen del gobierno de George W. Bush la forma chapucera en que lidió con el huracán Katrina. Otros, aumentando los decibeles del dramatismo, comparan el derrame petrolero con un 11 de septiembre ecológico.

Pero más allá de las discrepancias en la clasificación de la calamidad, existe una virtual armonía en las críticas a la Casa Blanca.

Todos coinciden en que el gobierno ha reaccionado con lentitud, ha ocultado información, y ha permitido a British Petroleum, la empresa que rentó la torre de perforación Deepwater Horizon a Transocean Limited, ocultar la magnitud del desastre.

LA MAREA NEGRA

Con cada día que pasa, más pájaros de colorido plumaje en el área del Golfo de México están apareciendo con tonalidades oscuras y con sus elegantes penachos brillosos y aplastados contra el cráneo, a medida que el crudo avanza sobre las costas de Luisiana y la Florida, y amenaza a Cuba.

Bobby Jindal, el gobernador de Luisiana, dijo el miércoles que el "crudo pesado" ha comenzado a afectar los pantanos del sur del estado, en la cabecera del río Misisipi. El área es el hogar de pájaros raros, de mamíferos, y de una amplia variedad de vida marina.

La Administración Nacional de los Océanos y de la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) dijo que parte del derrame ha ingresado en la llamada "loop current", una corriente que circula en torno al golfo de México antes de enfilar hacia la Florida y la costa del Atlántico.

La Florida, que depende básicamente del turismo como actividad legal (el narcotráfico no figura en los libros oficiales de contabilidad), ha comenzado a vivir la agonía de los mil cortes, a medida que el crudo avanza hacia los cayos, un área por la cual pasan anualmente unos tres millones de turistas.

ESCONDIENDO LAS CARTAS

Hasta ahora, el gobierno, y BP, han dicho que el derrame petrolero en el golfo de México es de 5.000 barriles diarios.

Pero Steve Wereley, un científico entrevistado en una audiencia del Congreso dijo que tras estudiar secuencias de video proporcionadas por BP, estima que el derrame sería 19 veces más que los cálculos oficiales.

Ed Markey, un demócrata por Massachusetts, que lidera las audiencias en la Cámara Baja, dijo que BP ha bloqueado sistemáticamente toda información sobre el derrame.

Por ejemplo, la empresa británica se ha negado a dar datos sobre el promedio a que fluye el petróleo desde el sitio de la explosión.

Su excusa es que esos datos no son relevantes para los esfuerzos de limpieza.

También el gobierno ha jugado a las escondidas. Sylvia Earle, una famosa oceanógrafa, dijo en el Congreso que la Casa Blanca se ha negado hasta ahora a divulgar un solo análisis sobre la contaminación del agua en las profundidades del Golfo de México donde estalló la torre de perforación.

"Me parece desconcertante que aún ignoremos cuanto petróleo se ha derramado", declaró Earle a los legisladores.

El 6 de mayo, la NOAA anunció con bombos y platillos que había decidido financiar las tareas de investigación del derrame realizadas por científicos a bordo del buque The Pelican.

Los científicos realizaron sus tareas a cabalidad y descubrieron inmensos penachos bajo el mar, que parecían constituidos por gotas de crudo. De inmediato, la NOAA criticó los resultados de los científicos diciendo que eran "prematuros y que requerían ulteriores análisis".

ENCUBRIMIENTOS

Ian MacDonald, un oceanógrafo de la universidad del estado de la Florida, criticó al gobierno de Obama por dar rienda suelta a BP.

La empresa se ha negado a permitir el envío de equipo al lecho submarino a fin de establecer el promedio de filtración de crudo de manera más precisa.

MacDonald afirmó que BP está haciendo todos los esfuerzos posibles para obstruir la investigación. "Ellos quieren esconder el cuerpo del delito", dijo MacDonald.

Larry Schweiger, presidente de la National Wildlife Federation, un grupo de defensa del medio ambiente, expresó ante un comité del Congreso de Estados Unidos que "Demasiada información se encuentra ahora en manos de los abogados de BP, y muy poca información está siendo entregada al público.

El Golfo de México es la escena de un crimen, y no podemos permitir que el causante de ese crimen quede a cargo de la evaluación de los daños".

El peor desastre ambiental en décadas

Desde el 20 de abril, cuando estalló una torre de perforación en el golfo de México causando la muerte a 11 trabajadores, por lo menos seis millones de galones de crudo se han derramado en el área, según informó The Associated Press.

(Se trata de la cifra más conservadora. Según los cálculos del oceanógrafo Steve Wereley, que mencionamos en la nota central, el derrame podría ser diecinueve veces mayor).

Es el peor desastre ambiental que se registra en Estados Unidos desde que el tanquero Exxon Valdéz derramó 11 millones de galones de crudo en Alaska en 1989.

Pero hay una gran diferencia entre ambos desastres ecológicos. El Exxon Valdéz no podía derramar más petróleo que el que llevaba en sus bodegas.

Nadie sabe cuanto petróleo se derramará en el golfo de México hasta que British Petroleum descubra la forma de frenar la filtración en la torre de perforación Deepwater Horizon.

Un vocero del departamento de Estado dijo que funcionarios norteamericanos han hablado con representantes del gobierno de La Habana sobre los métodos a emplear en caso de que el derrame afecte la costa norte de la isla.[Tomado de www.talcualdigital.com]

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