Desde hace años, los parlamentarios de derecha alemanes han auspiciado una permanente campaña de detracción sobre Cuba, emitiendo infundios sobre una supuesta violación de los derechos humanos en la Isla. El 4 de abril de 2006, el portavoz sobre Derechos Humanos y Ayuda Humanitaria del grupo parlamentario socialdemócrata en el Bundestag (Parlamento alemán), Christoph Strässer, envió una carta al Embajador de Cuba en Berlín manifestando su apoyo a la actividad de varios contrarrevolucionarios en la Isla. Esta vez, como procónsules al estilo de los injerencistas de la vieja escuela yanqui, los diputados del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) acusaron falsamente a Cuba y presionaron en varias oportunidades para favorecer la actividad desestabilizadora de los mercenarios del imperio.
En otra oportunidad, el 25 de agosto de 2005, el jefe de asuntos latinoamericanos del Grupo Parlamentario del SPD, Lothar Mark, envió una carta a una auto titulada iniciativa cívica alemana “Todos Unidos”, para esclarecer la posición de su partido con respecto a Cuba, en la que manifestó su apoyo abierto y descarado a los grupúsculos contrarrevolucionarios en Cuba.
Durante estos años, fue frecuente la búsqueda y realización de contactos de parlamentarios alemanes de derecha, integrantes de partidos como el SPD y otros, con miembros de la quinta columna contrarrevolucionaria, mediante encuentros en la Habana, en los que prometieron financiamiento y apoyo a los mismos.
Un papel activo en las actividades difamatorias contra Cuba lo ha desempeñado, desde hace varias décadas, la Sociedad Internacional de Derechos Humanos (IGFM), una organización no gubernamental alemana, fundada en 1972, nutrida por relevantes anticomunistas de los ex países socialistas de Europa, entre los que se destacó el alemán Ludwig Martin. No podía faltar, por supuesto, que la IGFM extendiera su tentáculo hasta Miami, donde creó en 1988 un clon tropicalizado y agresivo como el Comité Panamericano de la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos, donde encontró eco en el bufonesco contrarrevolucionario Ricardo Bofill, así como en recalcitrantes conservadores, oportunistas y mercenarios como el nicaragüense Adolfo Calero Portocarrero, la panameña Mayín Correa y otros.
Con el apoyo de la Universidad Internacional de La Florida (FIU), el clon latino de la IGFM se ha dedicado a desarrollar supuestos seminarios dedicados a la búsqueda de “soluciones al problema cubano”, en el que se incita al mantenimiento y financiamiento a la contrarrevolución interna dentro de las Isla. Por esos fórums y encuentros provocadores han pasado personajes anticomunistas y recalcitrantes, muchos de ellos incondicionales servidores de la CIA como Carlos Alberto Montaner, los ex vicepresidentes nicaragüenses Virgilio Godoy y Enrique Bolaños, el directivo del derechista Partido Popular de España, Guillermo Gortazar; así como el renegado y anticomunista Yuri Orlov y el sionista israelí Moshe Liva.
Desde shows mediáticos a la promoción de ofensivas representaciones fotográficas de líderes revolucionarios como Fidel Castro, Hugo Chávez y el presidente iraní, divulgadas en octubre de 2009, el clon panamericano de la IGFM, ha recurrido a especímenes como Lech Walesa, Mijaíl Gorbachov, el nicaragüense Reinaldo Aguado, la directora de derechos Humanos de las FIU, Haydé Marín; así como Adolfo Rivero Caro, auto nombrado vicepresidente de un apócrifo Comité Cubano pro derechos Humanos.
Otro show mediático anticubano fue la llamada Conferencia “Democracia en Cuba: en busca de iniciativas comunes”, celebrada en Berlín, el 27 de abril de 2007, y encargada de buscar una estrategia mancomunada para derrocar a la Revolución Cubana. Este evento aglutinó a varios ultraderechistas alemanes con la flor y nata del anticomunismo internacional como Vaclav Havel, el ex presidente de Polonia Alexander Kwasniewski, el uruguayo Luis Alberto Lacalle, el chileno Ricardo Lagos, el ultraconservador español José María Aznar (quien envió un mensaje de apoyo a la misma), el albanés Rexhep Maeydani y el estonio Mart Laar. En el evento brillaron por sus ataques a Cuba los germanos Bernhard Vogel, presidente de la Fundación Konrad Adenauer; así como el diputado Markus Meckel, el diputado Peter Weiss y Arnold Vaatz, vice jefe de la bancada de Unión Demócrata Cristiana y la Unión Cristiana Social (CDU/CSU) de Alemania. No faltó la representación gubernamental alemana por parte de Gunther Nooke, precisamente cuando Alemania ocupaba la presidencia rotativa de la UE en esos momentos.
Por la contrarrevolución cubana estaban representados Sylvia Iriondo de MAR por Cuba, Manuel Vázquez Portales, Carlos Alberto Montaner por la Unión Liberal y Frank Calzón, director ejecutivo del Centro por una Cuba Libre.
No faltó una representación de la Casa Blanca, ésta vez en la persona de Caleb McCarry, entonces coordinador de la Comisión Presidencial para los cambios en Cuba, organizada por George W. Bush.
Otro evento anticubano realizado en los últimos años en Alemania fue el realizado en Hannover, el 23 de junio de 2006, cuando miembros del Bundestag alemán como Christoph Strässer, Vocero para los Derechos Humanos y la Ayuda Humanitaria de la fracción del SPD, también se sumaron a la guerra ideológica anti cubana.
Los grupúsculos contrarrevolucionarios anticubanos en Alemania han recibido la bendición y apoyo de los derechistas alemanes para realizar todo tipo de actividades contra la Isla, estimulando campañas cargadas de diatribas y estimulando actividades provocadoras contra la sede diplomática cubana en Berlín, situada en Stavangerstr 20,10439, Berlín, tal como la llevada a cabo el 18 de marzo de 2008. La misma fue auspiciada Cuba-Futuro Democrático (KDZ), la IGFM, la IYUD y su clon anticubano conocido por Jóvenes Cubanos en Acción, así como la Jünge Union, rama juvenil de Unión Demócrata Cristiana y Unión Social Cristina alemanas.
Varias de estas organizaciones promovieron también de manera provocadora, el 24 de octubre de 2009, un concierto “Por la libertad de Cuba”.
Por su parte, la Fundación Konrad Adenauer (KAS) ha sido una de las más activas fachadas de la CIA y de la ultraderecha alemana en los ataques ideológicos contra Cuba y otros países progresistas de Latinoamérica, siguiendo las órdenes directas de los dirigentes del partido Unión Demócrata Cristiana de Alemania para financiar, organizar y adiestrar a los grupúsculos contrarrevolucionarios. Creada a partir de la Sociedad de Formación Política Demócrata Cristiana, adquirió su actual nombre en 1956.
Con el aparente propósito de “ofrecer formación política, elaborar bases científicas para la acción política, otorgar becas a personas altamente dotadas e investigar la historia de la democracia cristiana”, se ha dedicado a fabricar planes desestabilizadores, estimular a la subversión en Cuba, Venezuela, Nicaragua, Ecuador y Bolivia, así como a crear una plataforma ideológica desinformativa a nivel internacional.
El 14 de abril de 2008 organizó una conferencia en Ciudad México denominada “Escenarios de transición en Cuba”, dando impulso a su histórico propósito de aislar a la Isla del escenario latinoamericano, apoyando abiertamente a las fuerzas más reaccionarias en el área como ha sucedido durante los gobiernos sandinistas en Nicaragua y en la Venezuela Bolivariana. No en balde, solo en el 2005, la KAS entregó 2,4 millones de euros a la contrarrevolución interna en Cuba.
La FKA se ha vinculado a todos los miembros del andamiaje anticubano a nivel internacional como la USAID, la NED, Reporteros sin Fronteras y otros instrumentos del imperialismo.
Otra de las fundaciones alemanas, duchas en intervenir en los asuntos de las naciones latinoamericanas y que actúa en el área desde los ochenta es la Fundación Friedrich Ebert, ligada al SPD.
Por su parte, la Fundación Heinrich Böll es otra de las fundaciones políticas alemanas, creada por el Partido de Los Verdes de Alemania en 1997. Establece como tarea principal la educación política en el ámbito nacional e internacional que está orientada a promover la formación de la voluntad democrática, el compromiso sociopolítico y el entendimiento entre de los pueblos. De manera más solapada, tal como lo hacen el Instituto Goethe y el Proyecto de Estudios sobre la Democracia de la Universidad Friedrich Hayek, también forman parte del tinglado injerencista germano en AL. El director del Instituto Goethe en la Habana, Christoph Bertrams, valiéndose igualmente de su cargo de Agregado Cultural de la Embajada germana en Cuba, ha promovido debates cautelosos para influir en reformas en Cuba, a los que invita a diversas personalidades intelectuales de la Isla.
Los partidos de derecha alemanes y sus fundaciones aprovecharon el marco de la Quinta Cumbre Unión Europea - Latinoamérica, la cual se realizó del 16 al 17 de mayo de 2008 en Lima, Perú, para desarrollar actividades provocadoras contra Cuba, Venezuela y otras naciones progresistas en la región. Tanto la propia Canciller, Ángela Merkel, como su propio partido, el CDU, así como el SPD, la Konrad Adenauer y la Dieta Industrial y de Comercio de Alemania (DIH), enrarecieron el evento con sus ataques ideológicos contra el gobierno de Hugo Chávez y la situación en Cuba.
Otra de las fundaciones germanas, la Fundación Friedrich Naumann, fue creada en 1958, en Potsdam, vinculándose al Partido Democrático Liberal, abogando fervientemente por el liberalismo y convirtiéndose en una de los más importantes detractores de Cuba y Venezuela, a la par que estimuladora de la subversión en esas naciones. Para ello se apoya en partidos similares en AL, mediante la RELIAL, a los que mantiene bajo su égida, usándolos para torpedear procesos democráticos, financiar a ultranza a sus campañas desestabilizadoras y crear falsas acusaciones en torno a las libertades democráticas.
No se queda detrás en sus roles peligrosos y contrarrevolucionarios otra fundación como la Hanns-Seidel, perteneciente al Partido de la Unión Cristiano-Social de Alemania (CSU), quien opera descaradamente en varias naciones latinoamericanas.
El financiamiento a las actividades subversivas, el más descarado injerencismo, así como la promoción de la contrarrevolución, marcan hoy por hoy la actividad política de los partidos de derecha alemanes y sus fundaciones, convirtiéndoles en un poderoso y dañino factor de desestabilización en la región, así como un aliado incondicional de la política hegemonista norteamericana en el área. LEER MÁS
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