La autora argentina presenta su nuevo libro en La Plata, anuncia el blog EL PROBLEMA DE ORWELL
Según la definió Fidel Castro, la periodista Stella Calloni es “una de las mejores investigadoras para comprender el intervencionismo del imperialismo norteamericano en las distintas regiones”.
Stella Calloni es poeta, periodista e investigadora. Ha recorrido América Latina y lleva en su sangre la rebeldía de los pueblos oprimidos, la historia insurgente latinoamericana.
Sus investigaciones sobre la política de EE.UU. hacia América Latina durante décadas, le permitieron elaborar un documento tan revelador como imprescindible: Operación Cóndor: Pacto Criminal; donde desnuda los mecanismos de esta “Internacional de la Muerte” de las dictaduras del Cono Sur.
Evo en la mira
"El mundo, y en especial América Latina, tendrían que pedir disculpas a Bolivia por haber olvidado lo ocurrido bajo la colonia y lo que sucedió luego cuando el país fue convertido en un laboratorio de experiencias contrainsurgentes y de nuevos sistemas neocoloniales e imperiales que subsisten hasta hoy", sostiene Stella Calloni en este nuevo libro en el que pasa revista a la injerencia extranjera en Bolivia durante los últimos cincuenta años.
"Elegido por las mayorías, y pese a los intentos del imperio estadounidense por detenerlo, a los 47 años Evo llegó al gobierno de un país desgarrado y saqueado sin descanso durante más de quinientos años. El relato doloroso y contradictoriamente bello de un país donde el pueblo nunca dejó de resistir. Evo simboliza esa resistencia", dice Calloni .
Tanto la CIA como el Grupo Militar de la embajada norteamericana en La Paz disponían de sus respectivas oficinas dentro mismo del Palacio Quemado –la Casa de Gobierno– mientras ONG’s y fundaciones que son financiadas por la CIA y operan como su cobertura, fueron gradualmente atrapando al país en una telaraña que inmovilizaba y paralizaba las energías nacionales para extraer hasta la última gota de las enormes riquezas naturales de la nación más empobrecida de Sudamérica.
Son esas mismas fundaciones a las que Stella Calloni desmenuza en este último gran trabajo: las que actúan por sí y a través de nuevas coberturas en otros países de la región, como la Fundación Libertad –financiada por la USAID y UnoAmérica– que congrega a notables personeros de la derecha más retrógrada y antinacional, como Mario Vargas Llosa, Carlos Menem, José María Aznar, Luis Lacalle, Mauricio Macri, Francisco De Narváez, Álvaro Vargas Llosa entre otros.
Con abundante documentación, investigaciones, entrevistas a Evo Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera, testimonios y crónicas de la realidad, Stella Calloni demuestra cómo un país inmensamente rico en recursos humanos y naturales, pudo ser convertido en un laboratorio de proyectos neocoloniales. Pero también de qué manera el pueblo boliviano desenterró sus espejos para que nos miremos en ellos en los tiempos de la dominación y en el esplendor de las resistencias.
Las venas abiertas
Corría el año 1959, y un grupo de barbudos había liberado al pueblo cubano de las garras del imperio norteamericano. En esa época, Calloni pertenecía a los movimientos de Solidaridad Latinoamericana, donde conoció a Celia Guevara, la madre del legendario Che “Celia fue como una especie de madre. Nos hicimos muy amigas. Compartimos viajes. El Che se parecía mucho a su madre, era una mujer muy culta, tenía asma, poseía un espíritu inquebrantable, de una austeridad y una resistencia increíble. Era una mujer admirable”
Con el golpe militar de 1976, debió exiliarme con sus hijas en Panamá, gracias a la ayuda del General Torrijos, presidente de ese país; a quien había conocido como periodista del diario El Mundo.
En ese país trabajo con el Grupo de Cine de Panamá, hasta que ingresó al diario mexicano Unomásuno. Periódico que tuvo mucha importancia, no sólo en México, sino también en toda América Latina.
Para ese diario realizó el primer reportaje donde se anunciaba el inicio de la insurrección final de la Revolución Sandinista. A partir de ese momento, además de trabajar periodísticamente, trabajo para el Frente Sandinista. Donde permanezco hasta 1984: “Todo lo que había estudiado aquí sobre las dictaduras en Centroamérica fue importante para mi trabajo, porque me movía todo el tiempo entre Nicaragua, El Salvador, Panamá y México. Pero desde el triunfo Sandinista (1979) me instalo de modo casi permanente en Nicaragua como corresponsal”, dice la investigadora.
Calloni fue parte de la lucha y victoria de la revolución sandinista. Sin embargo, la mano del imperio aplicaría con toda ferocidad la contrainsurgencia, para acabar con ese sueño nicaragüense “Fue una guerra brutal, sucia, que Estados Unidos llevó adelante en forma encubierta contra el pueblo de Nicaragua. Recuerdo la organización criminal de la “contra” nicaragüense bajo órdenes de la CIA y la intervención de los grupos de tarea de los militares de la dictadura argentina, especialmente los del siniestro batallón 601, que entraban, arrasaban y masacraban aldeas enteras. Lo he visto. Ese horror es algo que te queda para siempre en la memoria, en tus días, en tus noches. Por eso soy una persona antiguerra. Estar en los conflictos armados y acostumbrarse a ver la gente morir se transforma en un caminar constante con la muerte.”
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