La CNN prefiere la peluca y la muleta antes que la sangre real.

La diferencia entre el teatro y la realidad la hace el dinero. ¿Nadie siente la sobresaturación mediática sobre la mercenaria cubana premiada y vuelta a premiar?. Nuestros hermanos mapuches no tienen acceso a sus denuncias en los grandes medios. La nacida en Cuba es plato fuerte en las transnacionales privadas de la información. Demoró demasiado en adquir la muleta. Sigue bailando su son.

Represión real. Tragedia.



Represión virtual. Comedia.



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Es lo de siempre, los grandes medios al servicio de los poderosos, menos mal que internet existe...

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