Norelys Morales Aguilera.
Diálogo es una conversación entre dos o más personas, mediante la que se intercambia información y se comunican pensamientos, sentimientos y deseos. Un buen diálogo sería aquel en el que los interlocutores se respeten.
Sin embargo, lo que está ocurriendo en Honduras con el auspicio de la OEA, previas conversaciones de Micheletti e Insulza en secreto ¡no es un diálogo! Se está irrespetando la voluntad de muchas personas que muestran su descontento pacíficamente durante tres meses mientras son reprimidos.
Se trata de la legitimización de los golpistas. José Manuel Insulza, secretario general de la OEA en sus palabras introductorias no dijo que el gobierno que encabeza Micheletti no ha levantado el decreto de estado de sitio, ya que está sin publicar la derogación en la Gaceta, entre otras violaciones.
Se negocia sin transparencia y burlándose de la lucha de los hondureños, aunque Insulza haya dicho que la propuesta del Plan Arias, es claro en cinco aspectos, el primero de ellos, la restitución del presidente elegido por el pueblo.
Los otros tópicos destacados por Insulza son la formación de un gobierno de unidad nacional, la garantía de Zelaya a no promover la convocatoria a una asamblea constituyente, una amnistía política y el establecimiento de mecanismos de verificación de los acuerdos.
Mientras se armaba la mesa de diálogo los uniformados reprimían frente a la embajada de los Estados Unidos y el presidente constitucional víctima de la asonada golpista está encerrado contra su voluntad y bajo el amparo de Brasil en su embajada.
¿De qué diálogo están hablando?
Tegucigalpa militarizada
El diálogo se está iniciando con malos augurios, comentó el presidente constitucional, Manuel Zelaya, en una conferencia de prensa en la embajada brasileña, donde se encuentra desde el pasado 21 de septiembre.
El ministro de Gobernación y Justicia de la administración de Zelaya, Víctor Meza, en su discurso en la ceremonia, condenó la agresión de la policía a las personas que se manifestaban pacíficamente, la cual calificó de brutal.
Al señalar las dificultades impuestas a los representantes de Zelaya, denunció que sólo hoy a las 08:30 hora local pudieron tener contacto con el estadista y exigió el fin del cerco militar a que es sometido en la sede diplomática.
Meza sostuvo que lo importante del diálogo es no abandonar el contenido y el espíritu del Acuerdo de San José en la búsqueda de una salida inmediata a la crisis, por vías pacíficas y civilizadas.
Señaló también que para el desarrollo del diálogo es necesario cumplir requisitos indispensables como la restitución de las garantías constitucionales, la reapertura de medios de prensa y mejores condiciones decorosas para el presidente Zelaya.
Por su parte el Frente Nacional contra el golpe de Estado de Honduras ratificó hoy su voluntad de diálogo para resolver la crisis, pero exigió condiciones mínimas para su desarrollo como el cese de la represión.
Ningún diálogo puede hacerse si a una de las partes se le lleva amordazada y con una pistola sobre la cabeza, expresa esa alianza de fuerzas populares en un comunicado sobre el inicio de las conversaciones.
Honduras Zelaya golpe resistencia
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