Norelys Morales Aguilera.
Ante la extensión de la influenza, Estados Unidos no cerró la frontera con México, sin embargo el país resiste la real barrera del vecino del norte a sus productos, con medidas proteccionistas que le cuestan más que los viajes desde y hacia Cuba.
Parece no molestar al Presidente Calderón que American Airlines y su subsidiaria American Eagle se sumaron a las aerolíneas estadunidenses que han anunciado la reducción de sus vuelos a México en vista de la súbita baja en el número de viajeros a ese país por temor a la influenza humana.
Marc. K. Siegel, experto epidemiólogo estadunidense, ha afirmado que virus como el A/H1N1 se debilitan al pasar de los animales a los seres humanos y son relativamente fáciles de detectar y controlar. (Proceso)
Por eso, afirmó, el gobierno mexicano se equivocó al favorecer la exageración y el miedo a la epidemia de influenza, cuando debió enfocarse en difundir medidas preventivas precisas y el efectivo tratamiento médico. Falla que determinó el alto costo social y económico del mal.
No se puede suponer que las autoridades estadounidenses ignoraran tal conocimiento de sus especialistas cuando decidieron mantener abiertas sus fronteras.
Por su parte, entre tanta conferencia de prensa el presidente Calderón no se siente discriminado por los Estados Unidos y lanza sus ataques contra los latinoamericanos. Habría que ver qué decidiría si el brote fuera en Cuba.
Fidel Castro en su Reflexión del 14 de mayo se pregunta ¿Por qué acusarnos de ser enemigos del pueblo mexicano cuando adoptamos medidas de antemano elaboradas para proteger a nuestro pueblo?.
¿Qué significa para Cuba una de éstas epidemias?. Se preguntó el líder cubano, cuyas ideas solo se transmiten por la gran prensa mexicana parcialmente.
“Nuestro país no tiene acceso a la compra de cualquier medicamento, materias primas o equipos o componentes de equipos diagnósticos que produzcan las transnacionales norteamericanas, en virtud de la extraterritorialidad que el gobierno de Estados Unidos ha impuesto al mundo.”
Entre los enfermos reales y la pandemia mediática vuelve a olvidarse una noticia. Hoy murieron 20.000 niños en el mundo.
Word Image Press recuerda que cada año mueren en el mundo 11 millones pequeños, solo menores de cinco años, y el hambre es la causa de 7 millones y medio de estos fallecimientos según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de Naciones Unidas.
Aunque no todos los niños mueren estrictamente de hambre, la falta de alimentos causa más de la mitad de las defunciones por trastornos neonatales, diarrea, neumonía o sarampión. Una cifra que supera los 20.000 niños diarios.
José Saramago, el 4 de mayo, A propósito de la Gripe Porcina, cuando aún la OMS la llamaba así, escribió, “Como se observa, los contagios son muchos más complicados que el hecho de que entre un virus presumiblemente mortal en los pulmones de un ciudadano atrapado en la tela de intereses materiales y la falta de escrúpulos de las grandes empresas. Todo está contagiando todo. La primera muerte, hace ya largo tiempo, fue la de la honradez…”
Ver Nota del Ministerio de Salud de Cuba anunciando dos casos más de mexicanos en la Isla.
Reflexión de Fidel: LO QUE INFORMÓ LA REVISTA SCIENCE
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