Pero, cuando añadió: “…me gusta que se pueda cuestionar a todos, incluso a mí”, tal pedantería no debe haber pasado desapercibida tampoco para los diplomáticos, además de los activistas brasileños que debieron asumir el calado de la presunción.
En la blogosfera cubana corrió la respuesta que dio sobre la libertad de los Cinco, y aunque usara la ironía con mezquindad era la primera vez que se pronunciaba abiertamente del tema, pero Miami no la perdonó, ni sujetos como Guillermo Fariñas, Oscar Elias Biscet y Martha Beatriz Roque, que la rechazaron en declaraciones a la prensa de Miami, antes de la aclaración.
La globera se apresuró a colocar un comentario en elnuevoherald.com donde afirmaba: “En ningún momento pedí en Brasil la liberación de esos ‘cinco miembros de Ministerio del Interior’. Utilicé la ironía para decir que si los liberaban ahora mismo el país se ahorraría todos los millones que se gasta en su campaña que ya dura quince años. De ahí a ‘pedir la liberación’ va un trecho enorme. Si la ironía no funcionó bien, si el nerviosismo o las palabras usadas no dejaron claro el mensaje, ruego me disculpen. Mi posición sigue siendo que no son inocentes. Abrazos desde Sao Paulo, Yoani Sánchez”.
¿Alguien la regañó que puso cara de llanto por su "libertad de opinar"?
Aquí está la prueba de que la Sánchez hace una vuelta al mundo en 80 días, nerviosa, mirando para Miami y carente de libertad hasta para ironizar mezquinamente.
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