Así titula Vicent sobre la continuación de la excarcelación de los sancionados en la Isla:“Cuba inicia una nueva ola de excarcelaciones de presos políticos”.
El contenido de su noticia es que el Gobierno de Cuba liberará en los próximos días a tres presos que se prometió excarcelar a más tardar en noviembre, como parte de las conversaciones con la Iglesia Católica. Los presos son Ciro Pérez Santana, Arturo Suárez Ramos y Rolando Jiménez Posada, y todos viajarán a España en compañía de sus familiares, según ha anunciado el Arzobispado de La Habana en un comunicado.
No da para una ola, pero el lector dirá si entiende o no que Vicent quiere aumentar el número de prisioneros en Cuba. Así como evaluará, si es equívoco, poco concreto y cercano al sensacionalismo.
En su informe redacta sin poder decir ni más ni menos que lo arriba mencionado. Pero el titular es suficiente para cumplir el cometido que tiene El País. Vicent hace lo suyo y hasta ahora no le ha ido mal, reseñando disidentes y promocionando figuras para justificar “su” periodismo. Calificación aparte.
La hiperbolización de Vicent, vendría a significar algo chistoso, para que se comprenda que se quedan sin trabajo buena parte de sus fuentes y entrevistados despues de las liberaciones unilaterales de Cuba. El gobierno cubano, como fuente, pocas veces le es a él creíble, según lo que se le lee.
Es que ha sido presentada tan desproporcionada la liberación de prisioneros en Cuba, por exceso (aúxesis), que no me privo de deleitarme citando al inmortal Quevedo, que nada tiene que ver con Vicent:
Señor excelentísimo, mi llanto
ya no consiente márgenes ni orillas:
inundación será la de mi canto.
Ya sumergirse miro mis mejillas,
la vista por dos urnas derramada
sobre las aras de las dos Castillas…
ya no consiente márgenes ni orillas:
inundación será la de mi canto.
Ya sumergirse miro mis mejillas,
la vista por dos urnas derramada
sobre las aras de las dos Castillas…
Un periodista le echa mano a todo, pero que tenga tino o no es otro tema. No olvidar que la publicidad emplea también la hipérbole y puede ser hasta simpática simplemente al exagerar yendo más allá de lo verosímil. Si un día se queda sin trabajo en el Reino español, le queda también eso.
No dejemos de ver con buenos ojos a Mauricio Vicent que trabajando para un periódico tan miserable como El País de España y con los amigos con se que pasea, no le ha ido nada mal. Al fin entre, a su pesar, los traguitos de Cuba Libre, y la proverbial simpatía isleña siempre hallará un titular para que otros se diviertan.
1 comentario:
Excelente análisis...
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