Liu Xiaobo (Changchun, Jilin, 28 de diciembre de 1955) es presidente del Centro Independiente Chino PEN, el conocido club de mercenarios del capitalismo neocon y salvapatrias, desde 2003, del que, casualmente, también fue presidente Vargas Llosa. Otro detalle que nadie menciona: Es un chiita duodecimano, es decir, un partidario de la yihad contra los infieles y una de las ramas más radicales y fanáticas del islamismo, lo que, curiosamente, lo hace ejemplo de tolerancia y diálogo intercultural de cara a la fundamentalista y cristiana Europa, siempre que se esconda este desconcertante detalle al público y el objetivo final de la propaganda: Provocar y desprestigiar a China.
El haber premiado a un mercenario del neoliberalismo y asalariado de la corporación mediática del club Bilderberg-PRISA con el de literatura no ha sorprendido a nadie que conozca la política de las monarquías con sus regalitos, que en realidad pagan los obreros con nómina y no los monarcas ni los príncipes. El de la Paz, que concede Noruega y no Suecia, hace años que está desprestigiado (Kissinger, Isaac Shamir, Simon Peres, Obama) y sólo puede ser un insulto a algunos que, de verdad, lo merecieron, como Alfredo Pérez Esquivel o Rigoberta Menchú.
La Carta 08: Una provocación absurda
El 8 de diciembre de 2008, Liu fue detenido en respuesta por su participación en la firma de la eufemísticamente llamada por Washington Carta 08, que proponía nada menos que el desmantelamiento voluntario de la República Popular China, al estilo de lo que Boris Yeltsin y la CIA organizaron en Rusia o en la "reunificación alemana": La liquidación del comunismo y la instauración de una plutocracia, como en las autodenominadas por sus portavoces "democracias" occidentales, es decir, monarquías, aristocracias y regímenes feudales como España, Arabia Saudí o Tailandia, fieles aliados del imperio.
Arrestado el 23 de junio de 2009, acusado de "incitar la subversión contra el poder del Estado", fue procesado con los mismos cargos el 23 de diciembre de 2009, y condenado a 11 años de prisión el 25 de diciembre.
Ahora, 8 de octubre de 2010, en plena guerra monetaria entre EEUU, RU, Alemania y Japón en contra de los propios intereses europeos y sobre todo contra China y los países emergentes, le ha dado la monarquía Noruega este Premio Nobel de la Paz, sabiendo perfectamente cuál es el objetivo: Atacar a la República Popular China y al socialismo.
China ya denunció el viernes enérgicamente el Premio, calificando de una obscenidad que va en contra de los objetivos del galardón, calificandolo de "obscenidad", y alertando que la concesión dañaría las relaciones de China con Noruega, dijo el portavoz del Ministerio chino de Asuntos Exteriores: "Es una obscenidad contra el premio nobel de la paz", dijo Ma.
Agencia Sirius/La República
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