Vicent y Fariñas: un manipulador y un deportista de ayunos. (Parte I)

Norelys Morales Aguilera.

Que Yoani Sánchez y Zoé Valdés tengan desavenencias por protagonismo no ha de ser materia de comentario. Pero, si a consecuencia de ello, la segunda, de filiación batistiana en coincidencia con la mafia miamense, llama a que sea El Corresponsal de El País en La Habana quien noticie, no es menos que lanzar un buen petardo al “pundonor de la profesión periodística”.

Con Zapata Tamayo dejaron que Yoani, la bloguera estrella, diera delante con un video de modo casual en apariencia. La pobre, tan urgida de demostrarse periodista.

Así que la Valdés escribió: “… el asco me invade profundamente en estos momentos. Porque ayer, cuando se escribía el nombre de Orlando Zapata Tamayo en Google, lo que salía era la foto sonriente de Yoani Sánchez, y su video (mal filmado, oscuro, por cierto), en la entrada de Medicina Legal, ¡a donde no llegó ni el corresponsal de El País, dios santo!, desplazando, de este modo, al preso fallecido y a la madre. Esto es ser bicho, y vivo. Hacer caja con un muerto, esto ya es el colmo”

Dio en el blanco, menos por lo humano que por el ridículo que Yoani le ocasionó a El País, con un Corresponsal destinado a Cuba. El diario reaccionó no dejándose tomar la iniciativa de contactar con Guillermo Fariñas en el terreno. Mauricio, además, llegó hasta Santa Clara, 300 km de La Habana, donde se halla el deportista de los ayunos.

El día 2 de marzo fue publicada la carta de un ciudadano español a ese diario en la que se queja del mismo por el tratamiento a la información sobre la Isla y el modo de hacer de su Corresponsal en La Habana.

Quienes siguen la actuación de El País, hoy sucursal de El Nuevo Herald de la mafia de Miami, y Mauricio Vicent ya no se asombran de que el renombrado Libro de Estilo no funcione para Cuba.

De modo que, ¡Guillermo Fariñas en huelga!, pues te toca Mauricio, habrán dicho en Madrid. No puede quedar en entredicho nuestro “honorable diario” y que llegue alguien primero que tú, aunque sea nuestra súper bloguera, a quien sacaron de concentración twiteando el viaje a Chile para que corriera a hacer pésimo video que refiere la Valdés.

Contrastando con El País

Daré algunos contrastes para que el que desee pueda aprender a manipular profesionalmente como ha demostrado Mauricio Vicent que le exigen o toma la iniciativa de hacer.

Santa Clara - 02/03/2010. El psicólogo y periodista disidente Guillermo Fariñas tiene 48 años y 23 huelgas de hambre a sus espaldas. Desde que entregó el carné de la Unión de Jóvenes Comunistas, en 1989, en protesta por el fusilamiento del general Arnaldo Ochoa, entró en la oposición y desde entonces ha pasado 11 años y medio en la cárcel.”

¡Escamoteo del dato al lector y tomar solo la versión de un lado! Ver por qué.

El punto referencial de Mauricio Vicent para enmarcar políticamente a Fariñas sucedió en el Policlínico “Octavio de la Concepción” del municipio de Camajuaní en Villa Clara. Valiéndome de mi condición de provinciana inmediatamente que leí el trabajo en El País, conversé con dos testigos del suceso telefónicamente.

Ambos aseguraron a esta periodista que en esa fecha no realizó protesta alguna. Solo manifestó que estaba de acuerdo con las acciones de Ochoa, entre ellas, a modo de recordatorio, entrar en negociaciones con el capo de la droga colombiano Pablo Escobar. Ello no trajo consecuencias legales algunas para él, sino que tomó sus decisiones. ¿Un dato sin importancia, sus entrevistados son hábiles haciendo historias o los demás lerdos?

Mauricio Vicent afirma de Fariñas: “Es considerado un duro”. Buen elogio que disfruta, según el incuestionable afán de protagonismo y liderazgo que le adjudican quienes le conocen desde sus días de esudiante.

Fariñas y el periodista no dicen causas para sancionar a un “duro”. Estamos hablando de un “opositor”, claro. Todo al lado del supuesto, sin rigor argumental. La regla es no investigar, no preguntar, solo reproducir.

Pues bien, queda el reto a Mauricio Vicent para que le aclare a sus lectores ¿cuándo y dónde Guillermo Fariñas golpeó a una mujer a quien le ocasionó lesiones en el rostro y los brazos como para ser sentenciado. También a un hombre mayor de 60 años?
Así como otros hechos más que oculta, manipula o no ha investigado.

En el primer incidente fue su debut en una penitenciaría y comenzó la leyenda. Sucede en todas partes que un agresor sujeto a juicio en un estado de derecho, reciba sanción.

Para Mauricio y El País es tan obvio que en Cuba se pase de agresor de mujeres a “opositor” que pudiéndo investigar no se da por enterado públicamente, ya que sus fuentes confiables no pueden venir de las autoridades legítimas de la Isla.

Quizás a que ser agresor no es nada significativo para Fariñas publica la siguiente foto donde critica que no se practique en Cuba la prensa roja, según aparece en su blog y explica el pie de foto suyo como un defecto de la que llama peyorativamente prensa "oficialista".


Pero, bien, que desmienta El País o lo confirme a sus lectores. Seamos serios.

Sí, esa es parte de la historia real del “legendario” psicólogo, el carismático, el complaciente, el manipulador en su trato, el que baja los ojos cuando encuentra a quienes le conocieron hace años, como me han atestiguado personas que hoy lo saben en el circo mediático, el amigo de Martha Beatriz Roque, la que recibe dinero de terroristas a través de la SINA entre otras vías, el líder de un séquito de farsantes "tan reprimido" que Mauricio les vio en casa de Fariñas como todos sus vecinos sin ser molestados.

Y, como que de medias verdades está lleno el camino de las manipulaciones, parafraseando el conocido refrán, Mauricio cuenta que Fariñas en su último ayuno voluntario en 2006, “tuvo que ser operado en varias ocasiones para salvarle la vida.”

Una importante licencia a la verdad: ¡le salvaron la vida!. Pero, no fueron sus amigos, sino los médicos del “régimen que dice combatir”, los que abandonó por el desencanto y el dinero que recibe.

Recordar que dirige una agencia de “periodistas independientes” para los cuales el gobierno de Estados Unidos destina millones solo con tal de difamar, y a un terrorista como Montaner en España le regalan 70 mil euros burlándose de los españoles.

Al ser así: ¿Pagó con el dinero que recibe por su “afición a las huelguitas y la disidencia”? ¿Cuánto costó su hospitalización con la atención médica requerida? ¿Fue mal atendido?

Al paso que llevan El País y Mauricio Vicent el lector con entendederas tendrá que declararse creyente si quiere saber lo que dice y jurar fanáticamente: “Creo que leo un periódico”.

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