El Toque, del Sr José Jasán Nieves Cárdenas, en su página principal, se jactaban de “mantener el proyecto vivo pero solo por nuestras manos” a través de la Fundación Colectivo Más Voces, según ellos mediante colaboraciones internacionales con otros proyectos y los ingresos por servicios profesionales de la agencia CATAO (otra que bien baila).
Sin embargo, ahora realizan todo tipo de esfuerzos para solicitar dinero y pretenden ocultar su verdadera dependencia de las agencias del gobierno de los EE.UU. En una publicación que no podía ser más irónica, titulada “Apoya a tu medio independiente favorito. Es urgente”, han hecho visible su desesperación por buscar nuevos ingresos financieros para seguir con el negocio de la “lucha por la libertad”, cuando la administración Trump decidió suspender los financiamientos externos de la USAID y la NED.
Pero lo más gracioso vendría más adelante: “En nuestro caso, la parálisis nos afecta, aunque no teníamos contratos con USAID. No obstante, ya lo hemos dicho, la actual interrupción alcanza el 50% del presupuesto que teníamos previsto para 2025”. ¿Cómo es posible que no tengan vínculos con la USAID y que al mismo tiempo les afecte su cierre?
El asunto es muy simple; es como decir que la USAID no te da un dólar, pero te lo manda con un recadero. Los “proyectos de colaboración internacional” que posee El Toque, según su página web, como el Fondo Velocidad, Meedan y la International Fact-checking Network, están financiados tanto por la USAID como por la NED.
El fondo de la International Fact-checking Network, del Poynter Institute, en su propia página web señala entre sus financistas a la Fundación Nacional para la Democracia (NED) y a las Open Society Foundations, y por esta vía El Toque recibe más de $50.000.
Meedan, “una organización tecnológica global sin fines de lucro que crea software e iniciativas programáticas para fortalecer el periodismo” con sede en San Francisco, posee amplios vínculos con la USAID a través de terceros proyectos como Learning Lab o la ONG DAI. Según su declaración fiscal de 2019, gastó más de $180,000 en interés de la USAID en proyectos en África para la "regulación y verificación de contenidos” en redes.
Finalmente, el Fondo Velocidad, supuestamente “diseñado para ayudar a los medios de comunicación independientes de América Latina”, tiene entre sus creadores a la ONG Sembra Media, fundada en los EE.UU en 2015; y esta, a su vez, tiene como financistas a los ya mencionados Poynter Institute y la NED.
Por tanto, no es de extrañar que el lanzamiento de su “agencia CATAO” fuera anunciado por Sembra Media en sus redes sociales, como un emprendimiento del Fondo Velocidad. Estas son triangulaciones de subvenciones y aportaciones federales a través de un entramado de organizaciones y fondos, ubicadas en diversos países para llevar el dinero federal a sus verdaderos objetivos. Esto les permite a muchos “medios independientes” y “luchadores por la democracia” decir que no reciben dinero del gobierno de los EE.UU, lo cual es completamente falso.
El Toque, en definitiva, se une a la lista de aquellos que dependen de los fondos federales estadounidenses para desarrollar su “trabajo altruista y desinteresado”, pero que ahora buscan donaciones como forma de “rellenar el bache” creado por la congelación de los fondos.
Aunque la política de la nueva administración en Washington destila de todo lo más rancio posible y pretende un cambio de la zanahoria al garrote, ha hecho caer las tantas caretas de estos “medios independientes”que convirtieron los ataques a Cuba en un negocio más que lucrativo.
Publicación de Jesús Ruiz
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