Estimada Lis:
Basta con que seas una mujer cubana para testimoniarte solidaridad y afecto. Ante todo tú lo estás haciendo bien como mujer, como trabajadora, como revolucionaria y como la esposa del Presidente de la República, eso molesta mucho a la gusanera odiadora.
Sabrás que atacar con misiles mediáticos forma parte de una estrategia quirúrgica contra el hombre que hoy conduce los destinos de la nación cubana, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, y al pueblo numeroso que lo sigue por los pasos de Fidel y de Raúl, con la generación histórica que nos ha legado la Patria libre y digna.
La frustración consume a los enterradores, como los llamó Eduardo Galeano, que han esperado por décadas para echar palas de tierra sobre el cadáver de la Revolución. Ni lo han conseguido ni lo conseguirán. Pero emplean a quienes pecan por la paga o a los que como a las medusas les falta el cerebro y brotan en el estercolero miamense.
A los hater, desconcierta la inteligencia, la audacia, la fraternidad de Migue, como le decimos por acá por Villa Clara al Presidente. Saben que él como el pueblo cubano, que lo forjó, no saben de rendición. Olvidan que el Padre de la Patria, ante la disyuntiva de claudicar o salvar al hijo, contestó que él era el padre de todos los cubanos. De ahí venimos. Cuba lo ha probado.
Lis, muchos rechazan los ataques contra tu persona. La gente cubana cuenta contigo y tú cuenta en especial con las mujeres. Sigue con lo mejor de tu talante, que somos Cuba.
Afectuosa y solidariamente,
Norelys Morales Aguilera
Periodista de la Revolución
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