Marco Velázquez Cristo.- En el convulso escenario mundial actual, en el cual las informaciones sobre el conflicto en Ucrania marcan la agenda mediática que, los grandes medios estadunidenses y occidentales apoyados por sus escuderías, se han encargado de sobresaturar de noticias falsas sobre lo que acontece en ese país, publicando y amplificando las más burdas e inverosímiles mentiras; se comienza a fraguar una nueva infamia contra Cuba.
El escenario escogido para concretarla, será el del 73 período de sesiones del Comité contra la tortura de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que se celebrará el próximo 19 de abril. En él pretenden introducir en los debates el análisis de un espurio informe elaborado por una supuesta “ONG” (de ella hablaremos más adelante) denominada Prisoners Defenders, en el cual se acusa a Cubade torturar a los que ellos llaman “prisioneros políticos”.
Quizás nuestros enemigos estén valorando que, el ambiente de desparpajo mediático reinante y las condiciones dentro de la ONU favorables a sus intereses, que les han permitido lograr la suspensión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de esa organización, les propiciarán lograr el mismo resultado con Cuba o por lo menos cuestionar su pertenencia al mismo.
Concebir que tengan esa pretensión no es fruto de una especulación descabellada. El título del artículo del The Washington Post que pudiéramos catalogar de una especie de preámbulo a la campaña que, ya empieza a desatarse para apoyar la nueva infamia que se fragua contra nuestra patria resulta sugerente, lo intitula el Post, “Opinión: Cuba tortura presos políticos y a la vez integra el Consejo de Derechos Humanos de la ONU”.
Por su parte el consorcio de radio y televisión alemán Deutsche Welle (DW) ha esbozado con mayor claridad ese espurio objetivo al publicar un artículo titulado, “Piden que Cuba y Venezuela también salgan del Consejo de DD.HH”. Dicha petición la hace la organización contrarrevolucionaria Center for a Free Cuba (CFC) la cual fue creada en octubre de 1997 en EE.UU., es financiada por la USAID y la Ned y tiene la misión de fomentar la subversión contra Cuba.
Tal como señalara el representante cubano ante la Asamblea General al explicar el voto en contra de la exclusión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos, lo ocurrido con ese país sienta un precedente que abre las puertas a la aplicación de medidas similares a países cuya permanencia y voces resulten incomodas a EE.UU. en ese Consejo.
En este contexto, resulta evidente que ya se apresuran a intentar aprovechar ese precedente y a tratar de utilizarlo para concretar su infame agresión contra Cuba, cuya digna voz no es para nada agradable al molesto y arrogante vecino del norte.
Pero es necesario volver al artículo del influyente diario norteamericano, porque en él su autor el contrarrevolucionario Abraham Jiménez Enoa, con el cínico desenfado con el que suele manipular y mentir sobre nuestra realidad, anuncia la pretensión de sus amos de realizar la provocación a que nos hemos referido anteriormente.
No me centraré en analizar su conducta, en este caso como en otros anteriores, su falta de valores patrios y éticos, su necesidad de reconocimiento, así como su coincidencia y subordinación a los intereses de quienes lo financian, son los resortes que la condicionan. No vale la pena dedicar tiempo a quien se ha convertido en instrumento habitual de las campañas de descredito contra Cuba. En definitiva, el mensajero no es importante, sino lo que se pretende con él.
En cuanto a Prisoners Defenders se conoce que tiene su sede en Madrid y está inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones de España, pero en realidad esta falsa ONG es una organización creada por el Departamento de Estado norteamericano quien la dirige a través de su Embajada en Madrid, y la financia utilizando a la USAID y la NED. Está dirigida a la actividad subversiva contra Cuba. De ella en septiembre de 2018 surgió una sección digamos que “especializada”, con fachada de “ONG” que se denominó “Cuban Prisoners Defenders”, la cual ha estado involucrada en la fabricación de falsas denuncias contra Cuba ante Naciones Unidas, la Unión Europea y la Corte Penal Internacional.
La simplificación del nombre en el caso que nos ocupa, no significa un cambio de actores, en esencia son el mismo engendro con similares objetivos, tal es así que los periodistas de los medios hegemónicos utilizan para referirse a ellas ambos nombres indistintamente.
Sus “informes versan por lo general sobre supuestas violaciones de los Derechos Humanos en Cuba, las presuntas torturas a “presos políticos”, la población carcelaria de la isla cuya magnitud sobredimensionan, a la vez que mienten sobre sus condiciones de reclusión. Por ejemplo, plantean que nuestro país tiene el mayor número de personas detenidas del mundo, algo que desmiente el informe de World Prison Brief (WPB) sitio con sede en Londres que brinda acceso gratuito a información sobre los sistemas penitenciarios en todo el mundo, el cual sitúa a EE.UU. en el primer lugar mundial en cuanto a cantidad de personas privadas de libertad se refiere.
Además, suelen realizar campañas de descredito contra las misiones medicas cubanas, tergiversando sus objetivos, y presentando a sus participantes como víctimas de trabajo esclavo.
Su fundador y presidente es Javier Larrondo, empresario español de padres cubanos procedentes de una familia de la burguesía de la etapa prerrevolucionaria que, se presenta como representante en España y Europa del grupúsculo contrarrevolucionario Unión Patriótica Cubana (UNPACU), con cuyo cabecilla el apátrida José Daniel Ferrer García mantiene estrechas relaciones. Este hecho, así como declaraciones del propio Larrondo presentan a “Cuban Prisoners Defenders” como parte de la mencionada organización contrarrevolucionaria.
No obstante, el alcance y grado de organización de sus actividades, la articulación de sus acciones con las de otros engendros subversivos, el apoyo que estos le brindan, y el monto de la financiación que se requiere para las mismas, indican que “Cuban Prisoners Defenders” es mucho más que un apéndice de la UNPACU.
Javier Larrondo no es un filántropo” como lo pretende presentar la prensa española. Es desde hace años un activo adversario de la revolución cubana que, participa de manera sistemática en actividades contra Cuba, vinculándose a organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en el exterior como la ya desaparecida Fundación Hispano-Cubano (FHC), filial en España de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), conocida por su apoyo a acciones terroristas contra Cuba.
También mantiene vínculos con elementos de la extrema derecha cubano americana radicados en EE.UU. que incitan a la realización de acciones violentas contra la Isla, así como con organizaciones de corte terrorista con base en la Florida como la FNCA. En su cruzada contra la mayor de las Antillas ha unido esfuerzos con organizaciones de corte conservador que responden a las autoridades norteamericanas como son: Asociación de Iberoamericanos por la Libertad, Fundación para la Democracia Panamericana, Fundación Memorial Víctimas del Comunismo, Solidaridad sin Fronteras, The Global Liberty Alliance y el Instituto Fe y Libertad.
Todo este accionar que apoya y coincide con las infames campañas de descredito del gobierno de Estados Unidos contra Cuba revela a quien responde “Prisoners Defenders” o “Cuban Prisoners Defenders”, da lo mismo.
Por otra parte, sería ingenuo pensar que esta nueva agresión contra nuestra patria es solo el fruto de la maldad y la bajeza de los mercenarios que a sueldo del gobierno norteamericano deambulan por el mundo rumiando su frustración y odio hacia la revolución cubana. Lo que se nos pretende hacer el 19 de abril es parte de la política hostil del gobierno norteamericano contra Cuba. Él es su verdadero responsable.
Pero como dijera Fidel, “No existe en el mundo fuerza capaz de aplastar la fuerza de la verdad y las ideas”.
Como en otras ocasiones fracasarán.
Fuente: Razones de Cuba
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