Rodríguez subrayó que es el bloqueo económico, comercial y financiero el principal obstáculo para el acceso libre y soberano del pueblo cubano a Internet.
Constituye también este cerco la principal limitación a otros servicios de telecomunicaciones, lo que se refleja en los más de 65 millones de dólares de pérdidas en ese sector, solo en el periodo de abril a diciembre de 2020.
A pesar del bloqueo desde 2018 son ostensibles los avances de Cuba en Internet. En 2020, la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) logró que siete millones de cubanos accedieron a Internet por diferentes vías. De ellos 4,2 millones lo hacen a través de datos móviles y de estos últimos, 1,5 millones trabajan con tecnología de cuarta generación de telefonía celular (4G LTE).
Como otro dato, que da cuenta Cubadebate.cu, se facilitó el pago de servicios de electricidad, gas, telefonía, agua, internet, entre otros. Y en casi todos estos servicios, dos plataformas estuvieron involucradas: Transfermóvil y Enzona. Esta última en noviembre superó los 120 millones transferidos, pagados o cobrados con esta plataforma y se han registrado 3588 comercios. Además tiene hasta este momento 5356 negocios activos.
Estados Unidos bloquea la Internet en Cuba. Usuarios de GitHub, la mayor plataforma de software libre del mundo, han publicado un listado incompleto de 60 programas informáticos, sitios y servicios restringidos para Cuba por la sinrazón del bloqueo estadunidense, que según el senador Marco Rubio no existe. Ahí aparecen desde la plataforma de videoconferencia más popular en estos tiempos de pandemia, Zoom, hasta la mayoría de las aplicaciones de Google, como Code, Cloud, Maps y Play Publics. En estos sitios aparece "usted está en un país bloqueado" si accede desde Cuba.
Washington acusa al gobierno cubano de ser enemigo de Internet, pero bloquea aplicaciones de uso común en cualquier lugar del planeta. Promete una nueva infraestructura con globos estratosféricos y otras variantes surrealistas, pero ha sometido por estos días a Cuba a toda variante posible de guerra de información en redes y ciberguerra directa, escribió Rosa Miriam Elizalde.
Entonces, ¿Cuál Internet quieren Rubio, Scott, Menéndez y otros chantajistas de Biden?
La mega campaña contra Cuba en redes y medios tarifados con el negocio de la contrarrevolución y el odio, es la prueba inequívoca de cómo usar Internet para un golpe suave y un cambio de régimen en la Isla. No pretenden ni la ayuda ni el bienestar de los cubanos, solo un caos que desestabilice y rinda a la nación que no se doblega.
La lógica de esa internet estadounidense diseñada para los cubanos es la de la Ley Helms-Burton, según la cual, recuerda el diplomático cubano Jorge Rodríguez, después de la caída de la Revolución, deberá haber un gobierno de transición y quien debe decidirlo y certificarlo es el Presidente de los EEUU. Es decir, según la Ley, los cubanos, incluyendo los actuales supuestos opositores, no serían quienes lo decidirán. El pueblo de Cuba no tendría derecho a decidir sobre el gobierno de nuestro país, con lo cual Cuba pasaría a ser una colonia de EEUU como lo fue de España.
Entonces, la Internet libre de Rubio, Menéndez y compañía es un eufemismo de mal gusto diseñado para el derrumbe de la Revolución cubana y la dominación.
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