Al cierre del día de ayer, 7 de enero, se encuentran ingresados para vigilancia clínica epidemiológica 4 mil 281 pacientes, sospechosos 1337, en vigilancia 826 y confirmados 2 mil 118, según la web del Ministerio de Salud Pública cubano.
Para COVID-19 se estudiaron 12 mil 092 muestras, resultando 344 muestras positivas. Pinar del Río: 26 casos, Artemisa: 14, La Habana: 91, Mayabeque: 10, Matanzas: 34, Cienfuegos: 11, Villa Clara: 22, Santi Spíritus: 14, Ciego de Ávila: 9, Camagüey: 6, Las Tunas: 4, Granma: 5, Holguín: 17, Santiago de Cuba: 45, Guantánamo: 36. Lo que indica la dispersión en el archipiélago.
El territorio en el cual me encuentro es Villa Clara. 176 villaclareños con el nuevo coronavirus están ingresados en la red hospitalaria, de ellos 5 pacientes de la ciudad de Santa Clara en Terapia Intensiva: 4 críticos y 1 grave.
También se estudian en estos momentos 60 sospechosos de la COVID-19. Trascendió que 33 villaclareños recibieron el alta médica en las últimas horas, según la Dirección de Salud villaclareña.
Son cifras alarmantes para la proyección que llevaba la enfermedad hace apenas un mes en el territorio. Se confirman 18 casos autóctonos, 5 sin fuente de infección precisada, el resto son contactos directos de enfermos reportados anteriormente.
Pruebas de PCR en tiempo real procesadas en el Laboratorio de Microbiología Molecular de la provincia: 1242, de ellas 993 a ciudadanos villaclareños.
En estos datos vale la pena detenerse. No son cifras frías las antedichas, ni las muestras procesadas. Tómese en cuenta que están involucrados en el proceso pesquisadores, médicos de familia, quienes transportan las muestras, quienes las procesan en el Laboratorio villaclareño, los que transportan a sospechosos o confirmados a los hospitales, y en estos varios equipos de médicos y paramédicos, además de organizadores y directivos. Son cientos de personas por cada enfermo, tanto en Villa Clara como en el resto de las provincias.
Tal esfuerzo es grandioso y de dedicación. Faltan calificativos cuando unimos las familias de todos los involucrados, en un país de escasos recursos, que contra viento y marea sostiene la gratuidad de los servicios médicos y los medicamentos, muchos importados. Deben saberlo también los que arriban al país.
Portarse bien es lo que nadie desconoce; higiene de las manos, uso del nasobuco o mascarilla y distanciamiento social. ¿Es tan difícil? Que la repetición no desgaste el significado. Por cada quien, y por los cientos que se esfuerzan cada día y cada hora, que dan energías y sueño en cuidados.
“Portate bien, asere” canta Virulo, mientras tanto habrá que individualizar a cada asere para que ayude, porque tanto sacrificio no puede ser en vano.
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