Martha Andrés Román(PL).─ El gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump,
mantiene sus continuos ataques contra los viajes a Cuba, al impulsar
restricciones a los vuelos chárter que harán aún más difícil visitar provincias
fuera de La Habana.
En un comunicado difundido este viernes, el secretario de
Estado, Mike Pompeo, informó que le pidió al Departamento de Transporte (DOT)
suspender hasta nuevo aviso todos los vuelos chárteres públicos entre Estados
Unidos y destinos cubanos que no sean el Aeropuerto Internacional José Martí de
la capital de la isla.
La declaración añadió que se verán afectados nueve
aeropuertos del país vecino, y precisó que los operadores de ese servicio
tendrán un periodo de 60 días para descontinuar todos los vuelos afectados.
Asimismo, Pompeo agregó que el DOT limitará el número de vuelos chárter que
podrán dirigirse a la mencionada terminal aérea de La Habana, lo cual quedará
definido en una orden a emitir en un futuro próximo.
Esta acción es un nuevo golpe para la ya afectada
comunicación aérea entre las dos naciones, pues mediante una medida similar,
desde el pasado de 10 de diciembre la administración Trump canceló todos los
vuelos de las aerolíneas comerciales norteamericanas a los destinos cubanos
fuera de la capital.
Desde el inicio de esa restricción, los chárteres vieron
incrementar sus viajes, fundamentalmente ante la demanda de miles de
cubanoamericanos que necesitan visitar a sus familiares en diferentes
provincias del país alejadas de La Habana.
Esa alternativa todavía presente desaparecerá en marzo
próximo con la nueva decisión, lo cual impondrá más afectaciones a las
familias, porque recorridos que antes demoraban solo el tiempo de viaje en
avión demandarán movimientos mucho más prolongados por tierra desde la capital
hasta el destino final.
Tanto con el cambio de diciembre como ahora, el ejecutivo
del republicano indicó que busca evitar que el gobierno del país caribeño tenga
acceso a ingresos provenientes de los viajeros estadounidenses; y mencionó como
motivos para adoptar estas medidas presuntas violaciones de derechos humanos y
el apoyo del país antillano al gobierno constitucional de Nicolás Maduro en
Venezuela.
Del mismo modo que ocurrió con la restricción anterior, este
viernes se levantaron voces de condena contra la decisión de Washington, las
cuales denunciaron que con ella se perjudica al pueblo cubano y a las familias
en las dos naciones, al tiempo que se limita más la libertad de viajes de los
estadounidenses, quienes tienen prohibido ir a Cuba como turistas. '¿Quién se
verá perjudicado por esto? Familias, madres, padres, hermanas, hermanos, hijos,
hijas.
La administración Trump está lastimando a Florida y a las
familias cubanoamericanas...nuevamente', expresó en Twitter la congresista
demócrata Kathy Castor.
El 'regalo de Año Nuevo' de la administración Trump para el
pueblo cubano destaca la naturaleza cínica de la política actual y una seria
desconexión entre el objetivo declarado de 'apoyar al pueblo cubano' y el
efecto en tiempo real de dañarlo, expresó, a su vez, Collin Laverty, presidente
de la organización Cuba Educational Travel.
Para el embajador de la mayor de las Antillas en Estados
Unidos, José Ramón Cabañas, el objetivo de esta medida es limitar la cantidad
de personas que ven por sí mismas la realidad del país vecino.
Asimismo, seis organizaciones emitieron un comunicado
conjunto en el que condenaron la nueva restricción de vuelos y llamaron al
Congreso del país a aprobar la Ley de libertad para que los estadounidenses
viajen a Cuba de 2019.
Detener la capacidad
de los cubanoamericanos de ver a sus familias es una violación de los derechos
humanos. Es un acto político cínico y cruel que está por debajo de los valores
y la dignidad de este gran país, consideró James Williams, presidente de Engege
Cuba, una de las agrupaciones que suscribieron esa declaración.
Elena Freyre, presidenta de
la Fundación para la Normalización de las Relaciones entre Estados Unidos y
Cuba: Jamás dejaremos de viajar a visitar a nuestros familiares y
a nuestra patria, enfatizó Freyre, y sus palabras parecen corroborarse con
cifras difundidas esta semana por el canciller de la isla, Bruno Rodríguez,
quien informó que más de 623 mil cubanos residentes en el exterior estuvieron
en la nación antillana en 2019. De ese total, y pese a regulaciones anteriores
adoptadas por el ejecutivo norteamericano, 552 mil 816 procedieron de Estados
Unidos.
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