Almagro, peligrosas sandeces [+ audio]

Norelys Morales Aguilera.─ Sandeces son sandeces, pero cuando son empleadas como si fueran verdades irrefutables, estamos en presencia de perversidad, y a ella se pliega solícito el señor Luis Almagro, secretario general de la OEA.

Desde el momento en punto en que Almagro se quitó la hojita de parra de izquierda y se inclinó a Washington, lo vemos cada día más torpe y agresivo. De ahí el peligro de sus sandeces.

A instancias de sus mentores, que a él le falta talante para ser original, sus andanadas contra todo lo que parezca popular, repugna. Con Venezuela no ha podido ser más inmundo. Pero, con Cuba hay historia y línea de tiempo a considerar, aunque no por ello menos repugnante.

En una de sus primeras piruetas contra Cuba, no encontró mayor defensa que afirmar que era el único Secretario General de la OEA, que tenía una foto del Che en su oficina. Hay cosas que no se olvidan.
Luego, el concepto de sus preceptores yanquis de que Cuba es la madre de todos los males en el hemisferio, Almagro lo ha desarrollado con creces.

Y para no extenderme, este viernes ha dicho tales sandeces peligrosas que hay que denunciarlo con pelos y señas. Acusó al Gobierno de Cuba de exportar "mecanismos de terror" a otros países de Latinoamérica, como Venezuela y Nicaragua, donde ciudadanos cubanos han dirigido "torturas".

Bien sabe el señor Secretario General, que él único lugar de Cuba donde se tortura es en el territorio de la Base Naval de Guantánamo, usurpado a la nación cubana para fines contrarios a los derechos humanos.

Sin embargo, lo vemos muy preocupado por el tópico, que es pretexto de agresión de Estados Unidos contra Cuba. Inauguró una conferencia sobre derechos humanos en Cuba en la OEA "denunciando y llevando a la superficie los mecanismos de terror y represión que Cuba utiliza contra su propia gente y exporta silenciosamente al resto de la región", según dijo en su intervención inicial.

El responsable de la OEA mintió, no tiene pruebas para decir que: "En Nicaragua hemos escuchado testimonios de víctimas de torturas que aseguran que cubanos estaban presentes mientras los torturaron".

Y para rematar, indicó que en Venezuela, hay unos 46.000 cubanos que actúan como "una fuerza de ocupación que enseña a torturar, a reprimir, que hace tareas de inteligencia, que hace tareas de inmigración".

Lo “bueno” de su intervención llegó cuando afirmó que: "Es tiempo que termine la impunidad con la que viven los dictadores cubanos, haremos justicia, haremos justicia en los países de Latinoamérica que han sufrido esta agresión, tortura, represión y privación de libertades". Y, hubo aplausos de gente muy dudosa, como la mercenaria cubana Rosa María Payá, que selló un pacto ignominioso con el ministerio de colonias yanquis.

Finalmente, Almagro hizo una promesa, que es del guion de Washington: "Mucha de la polarización que sufren nuestras sociedades está inducida directamente desde el régimen cubano. El efecto nocivo que tiene en el resto de la región y la privación de libertades que ocasiona a su gente en la isla, desde hoy, lo instalaremos como una prioridad de la agenda interamericana".

¿Agenda interamericana o agenda de Donald Trump y su camarilla, decidida, si pudiera, a aislar a Cuba y someterla?

Almagro, anunció la víspera de su farsa, que se presentará a la reelección para el periodo 2020-2025, a propuesta de Estados Unidos y Colombia, razón más que suficiente para seguir con los ojos cerrados lo que manden en Washington, porque si no, quedará solo y desolado y,  por ahora lo único que le queda es decir sandeces peligrosas y cantinflear para justificarlas.

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