A una semana del desastre aéreo que en La Habana cobró la vida de 112 personas, expertos cubanos y extranjeros continúan hoy las investigaciones para esclarecer las causas del accidente.
Las autoridades ya tiene en su poder las dos cajas negras del Boeing 737-200 de la compañía mexicana Damojh rentado por Cubana de Aviación, aparato que se estrelló pocos minutos después de despegar del Aeropuerto Internacional José Martí.
La víspera, el presidente del Instituto de la Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), Armando Daniel López, anunció la identificación de la caja de datos del avión siniestrado, informó Prensa Latina.
El ministro de Transporte, Adel Yzquierdo, había confirmado a Prensa Latina el sábado -un día después de la tragedia- el hallazgo en buen estado de la caja que registraba las voces.
De acuerdo con autoridades cubanas, expertos de Estados Unidos y México participan en las pesquisas, en sintonía con las normas y los protocolos internacionales.
Este viernes, el Ministerio de Salud Pública de la isla informó el fallecimiento de la segunda de las tres sobrevivientes del desastre, todas cubanas.
Según la entidad, Emiley Sánchez De la O, de 40 años, murió a consecuencia de las severas lesiones traumáticas y las quemaduras sufridas en el accidente del 18 de mayo.
Gretel Landrove, de 23 años, había fallecido el lunes, mientras Mailen Díaz, de 19 años, continúa reportada en estado crítico extremo en el Hospital Universitario General Calixto García, donde han sido atendidas las sobrevivientes.
Respecto a la identificación de los restos mortales de las personas a bordo de la aeronave, el Instituto de Medicina Legal precisó que hasta el mediodía de ayer la cifra era de 74, 64 cubanos y 10 extranjeros.
Fuentes del Instituto explicaron que de los 11 extranjeros a bordo del Boeing 737-200 (seis tripulantes mexicanos, dos turistas argentinos y una mexicana, y dos saharauis residentes en la isla), solo falta por identificar los restos de un miembro de la tripulación.
En declaraciones a Prensa Latina, el director del Instituto de Medicina Legal, Sergio Rabell, señaló que los familiares deciden qué hacer cuando reciben la noticia de la identificación positiva, la que -aseveró- posee un cien por cien de certeza.
Ya todos tienen un destino, ya sea la incineración o la repatriación de los restos. Por ejemplo, en el caso de los dos turistas argentinos, la embajada recibió el mandato de los familiares de ocuparse del asunto, y estos decidieron que sean incinerados, dijo.
Similar procedimiento se sigue con los nacionales cubanos que perecieron en el desastre del avión rentado por Cubana de aviación a la compañía mexicana Damojh.
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