La manifestación iniciada en las últimas horas del viernes y que se extendió toda la madrugada del sábado transitó áreas del centro citadino sin resultados violentos ni enfrentamiento con las fuerzas del orden, reportó el diario Los Ángeles Times.
Durante una conferencia de prensa el viernes, el doctor Bennet Omalu, patólogo forense contratado por la familia Clark para efectuar una autopsia privada, diferente a la de la policía, reveló que el joven de 22 años recibió ocho disparos, dos de ellos en la espalda.
Los resultados de este estudio contradicen el relato del tiroteo presentado por la policía de la ciudad, subrayaron los abogados de la familia.
La narrativa que se había expuesto era que tenían que abrir fuego porque estaba cargando contra ellos. Obviamente, los hallazgos del doctor Omalu y la autopsia de la familia, sugieren que las balas fueron por detrás, manifestó el letrado Benjamin Crump.
Agregó que esos resultados indican que el joven no era una amenaza para los agentes y murió 'en otro asesinato sin sentido de la policía en circunstancias cada vez más cuestionables'.
Una autopsia del forense del condado de Sacramento a principios de esta semana determinó la causa de la muerte como múltiples heridas de bala, aunque no precisó el número, y el informe preliminar atribuyó el fallecimiento a un homicidio.
Pero las autoridades no han publicado el reporte completo, que será retenido hasta que el caso sea adjudicado a la corte.
Según informaron las fuerzas del orden, recibieron una llamada sobre un individuo que rompió varias ventanas de auto y se estaba escondiendo en un patio trasero.
El comunicado del departamento de Policía de Sacramento precisó que los uniformados creyeron que el sospechoso les estaba apuntando con un arma de fuego, pero lo hallado en el lugar fue un teléfono celular, y no se encontró pistola alguna.
Clark fue enterrado el jueves después de un funeral al que asistieron cientos de personas, incluido el reverendo Al Sharpton.
El sábado 31 de marzo, las protestas estuvieron encabezadas por el exjugador de baloncesto de la NBA Matt Barnes.
Barnes, afroamericano de 38 años y nacido en California, se encargó de organizar una de las manifestaciones que partieron de una plaza del centro de Sacramento.
“Siguen matándonos, y podría ser cualquiera de nosotros. Tener un poco de color en tu piel significa que eres culpable y eso no debería ser así. Todo el mundo debería ser tratado igual”, dijo.
El alcalde de la urbe calificó la muerte de Clark como 'incorrecta', pero dijo que no puede emitir un juicio sobre las acciones de los oficiales hasta que la investigación esté completa.
En otras ciudades también ha habido manifestaciones pidiendo justicia.
Fuentes: Prensa Latina/EFE
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