Arthur González.─ Causa lástima ver a un puñado de personas siguiendo órdenes de Washington contra Cuba, y dejarse calificar como “opositores” cubanos, solo para cobrar unos cuantos dólares.
En la era de Internet ya no se puede engañar a los pueblos y basta con leerse algunos de los cables secretos remitidos por la misión diplomática en La Habana, para saber que piensan sus funcionarios de esos supuestos “opositores”.
Al igual que en la pasada VII Cumbre de las Américas celebrada en Panamá, Estados Unidos sufraga los boletos de avión, hospedaje y la alimentación de los “opositores”, que son presentados como “verdaderos representantes del pueblo cubano”, algo que ni ellos mismos se creen.
Siguiendo dictados de quien les paga, hacen presión para que el Presidente cubano Raúl Castro, sea excluido de la reunión, algo que causa risa pues Cuba está presente desde la pasada Cumbre, por el reclamo de los países latinoamericanos que se oponen a la discriminación impuesta por Estados Unidos, desde que el Presidente William Clinton aprobó la creación de ese encuentro regional, con la finalidad de mantener su hegemonismo en la región.
La denominada “Asamblea de la Resistencia Cubana”, no es conocida en la Isla y menos representa al pueblo, ese que resiste desde hace más de medio siglo la cruel y despiadada guerra económica, que precisamente apoyan los llamados “opositores”, a pesar de que pretende matar por hambre y enfermedades a sus compatriotas.
Agencias de prensa oficialista que sirven a los intereses yanquis, denominan en sus despachos, “coalición de opositores”, algo que en 59 años no ha podido lograr Estados Unidos contra la Revolución, pues precisamente la desunión es lo que caracteriza a esa fabricada “oposición”, afirmado por los propios diplomáticos yanquis s en La Habana.
El llamado Directorio Democrático Cubano, DDC, fue fundado en 1990 en Miami, por elementos de la mafia terrorista anticubana, cuando soñaban que la Revolución cubana seguiría la misma suerte de los países de socialistas europeos y tomaron como línea de trabajo las doctrinas de los “golpes suaves” y protestas callejeras ideadas por Gene Sharp, bajo las directrices de la CIA y del Programa Democracia, impuesto por la extrema derecha estadounidense durante la administración de Ronald Reagan.
Ellos nunca han tenido apoyo interno en Cuba, son financiados por los servicios de inteligencia yanqui para sus campañas anticubanas, sin éxito alguno. Orlando Gutiérrez-Boronat, presidente y fundador de dicho engendro, está presente en Lima; nació en Cuba y emigró a Estados Unidos en 1971; califica al grupúsculo de ONG, a pesar de ser financiado con fondos provenientes del gobierno de Estados Unidos.
Su esposa, Janisset Rivero Gutiérrez, viajó a Santiago de Chile en 1996 durante la celebración de la VI Cumbre Iberoamericana, para ejecutar acciones de propaganda contra la delegación cubana.
Esos elementos enviaron una carta al secretario general de la OEA, Luis Almagro, para que exija al gobierno de Perú excluir a Cuba de la Cumbre, y sobre la misiva Luis Zúñiga, terrorista y miembro de la organización contrarrevolucionaria, afirmó:
“la carta expresa un mensaje claro y definido, sobre la coherencia que deber regir en la región y también un rechazo al miedo mostrado por líderes de Latinoamérica a la hora de pronunciarse contra Castro y Maduro”.
Pero ¿quién es Luis Zúñiga, al que quieren calificar de “ex preso político” en Cuba?
Nada menos que un terrorista, sancionado por delitos comunes, no políticos. Salió ilegalmente de la Isla en 1973 a través de la Base Naval en Guantánamo y al llegar a Miami fue reclutado por la CIA y enviado nuevamente a Cuba en 1974, con un grupo de infiltración armado para llevar a cabo actos terroristas, siendo detenido y sancionado.
Fue liberado y regresó a Estados Unidos. En los años 90 planificó actos terroristas contra objetivos económicos cubanos y se integró a la Fundación Nacional Cubano Americana, donde llegó a ocupar cargos en su dirección hasta que en abril de 1994, en que fue separado por las divisiones internas, siempre están presentes entre los contrarrevolucionarios. Continuó vinculado a las actividades de corte violento. Renunció a la FNCA en agosto de 2001, incorporándose al también terrorista Consejo por la Libertad de Cuba, donde mantiene sus planes terroristas contra Cuba.
La Cumbre de Lima será empleada para llevar a la crema y nata de la contrarrevolución terrorista radicada en Miami, esa que vive a costa de la Revolución cubana, pues precisamente por sus acciones reciben altos salarios que les permiten mantener un buen nivel de vida, sin tener que trabajar muy duro.
Ya se anuncia la presencia de Rosa María Paya, quien juega con la muerte del padre a cambio de dinero y su estatus en Miami, haciéndose llamar “perseguida política”, pero mantiene residencia en La Habana sin confrontar problemas.
Otra de las “actrices” del espectáculo, al mejor estilo de Hollywood, será Silvia Iriondo, declarada como Presidenta de Madres y Mujeres contra la Represión (MAR), con vasta experiencia en esos escenarios, quien saldrá a escena adornada con perlas, marcando la diferencia con otras representantes contrarrevolucionarias que no provienen de su mismo estatus social.
El circo está en funciones, pero la prensa debería conocer o recordar, las afirmaciones del representante del gobierno yanqui en La Habana, quien en uno de sus memorandos informó:
“El gobierno de Cuba parece haber consolidado una posición de indiscutible autoridad a lo interno, vale la pena preguntarse qué hace la oposición política cubana y qué papel puede desempeñar en el futuro”. “…El Diálogo Nacional, de Oswaldo Payá, no ha hecho acciones importantes en meses”. “…Las personalidades disidentes o sus agendas son prácticamente desconocidas” “… Pese a sus afirmaciones de que representan a “miles de cubanos”, nosotros vemos muy pocas evidencias de ese apoyo”.
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