Papa en visita a cárcel de mujeres en Santiago de Chile. |
La última referencia pública en la jornada este martes, primera de actividades en su visita a Chile que inició anoche el santo padre, tuvo lugar en la Catedral Metropolitana en presencia de sacerdotes, monjas, diáconos y activistas.
Pero no pasó por alto la participación, por segunda ocasión en la fecha, del cuestionado obispo de Osorno, Juan Barros, señalado como cómplice de los actos de pedofilia de su otrora mentor, el defenestrado sacerdote Fernando Karadima.
Francisco dijo a los prelados que los abusos contra menores en Chile causan dolor no sólo a las víctimas y sus familiares, sino a los sacerdotes que han sido señalados colectivamente por los errores de algunos pocos.
El máximo representante del Vaticano pidió en el encuentro en la Catedral Metropolitana lucidez y valentía para pedir perdón.
'Sé que a veces han sufrido insultos en el metro o caminando por la calle, que ir vestido de cura en muchos lados se está pagando caro', admitió Jorge Mario Bergoglio.
Asimismo, enunció las malas hierbas del mal surgidas como resultado de los abusos y subrayó que conoce el dolor emanado de los casos de abusos a menores de edad y 'sigo con atención cuánto hacen para superar ese grave y doloroso mal'.
'Dolor por el daño y sufrimiento de las víctimas y sus familias que han visto traicionada la confianza que habían puesto a los ministros de la Iglesia, dolor por el sufrimiento de las comunidades eclesiales y dolor también por ustedes hermanos (...)', sentenció.
Antes, en el Palacio de La Moneda ante Bachelet, personalidades de la política, sociedad civil y diplomáticos, Francisco señaló que 'es justo pedir perdón y estamos haciendo lo necesario para que esas cosas no se vuelvan a repetir'.
Sin embargo, la participación del obispo Barros en la Santa Misa del Parque O´Higgins y luego en la Catedral, decepcionó a muchas personas que esperaban cuando menos un distanciamiento de la autoridad de Osorno.
Una espléndida mañana con agradable temperatura y sol generoso, facilitó hoy al papa Francisco desarrollar sus primeras actividades en su visita a Chile, marcada por sensaciones disímiles.
Más de 400 mil personas se dieron cita en el Parque O´Higgins para escuchar la homilía, calificada como 'íntima y esperanzadora' por feligreses emocionados, miles de ellos procedentes de Argentina, la tierra natal de Francisco.
El obispo de Roma concluyó la fecha con una visita privada al santuario San Alberto Hurtado, después de visitar además un centro penitenciario de mujeres en la periferia de esta capital.
Para mañana miércoles el papa Francisco tiene prevista una visita a La Araucanía, lo que despierta gran interés ante la postura que asumirá frente al delicado asunto del llamado conflicto mapuche.
En un adelanto, su santidad pidió respetar los derechos y la cultura de los pueblos originarios y remarcó que 'es preciso escucharlos'.
Al final de la tarde de mañana, a su regreso a Santiago, sostendrá un encuentro con jóvenes en el Santuario Nacional de Maipú, y conversará con representantes de los sectores académicos y culturales en la Universidad Católica.
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