El dirigente de Corea del Norte, Kim Jong Un, insistió durante su tradicional discurso de año nuevo en que EE.UU. nunca podrá iniciar una guerra y elogió de la capacidad militar de su país. Trump le respondió el martes en Twitter y dijo tener un "botón nuclear" bajo la mesa que "funciona" y es más "grande" y "potente" que el de Pyongyang.
Sanders ha esquivado en la rueda de prensa diaria una pregunta sobre si este tipo de mensajes y la ligereza con la que Trump parece tomarse cuestiones clave en política exterior llevan a poner en duda la "capacidad mental" del inquilino de la Casa Blanca. "El presidente y el pueblo de este país deberían estar preocupados por la capacidad mental del líder de Corea del Norte", ha respondido.
En este sentido, la portavoz presidencial ha recordado las "reiteradas amenazas" de Kim y sus pruebas con misiles balísticos y ha señalado que en Estados Unidos hay ahora un presidente "que no se va acobardar y que no va a ser débil", lo que pasa por "permanecer firme y proteger a la ciudadanía norteamericana".
Sanders ha añadido que la posición de Washington sobre este tema está "extremadamente clara".
Lo que nadie puede predecir a ciencia cierta es si la guerra de tuiters pasará a fuego de verdad. Pero, de Trump no se puede dudar como insisten muchos después de llegar a la presidencia de la mayor potencia nuclear y la dictatorial plutocracia estadounidense.
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