La relación migratoria se ha usado entre los elementos de agresión contra Cuba, manifestó en la Washington el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez.
Ante cubanos asentados en varios territorios norteamericanos, el ministro de Relaciones Exteriores destacó que los nacidos en la isla viajan de manera creciente, lo cual se vio favorecido por los procesos en el ámbito de la regulación migratoria.
Pero también sostuvo que las corrientes que fueron históricas entre Estados Unidos y Cuba han sido entorpecidas y dificultadas en los últimos 60 años por motivos políticos.
Resaltó que ha habido un incremento sostenido de los viajes de los cubanos que viven en la isla a diferentes países, de la misma manera que la nación antillana recibe en proporciones significativas y ascendentes a sus compatriotas radicados en otros lugares, fundamentalmente en suelo norteamericano. Desde el 14 de enero de 2013 hasta hace pocos días viajaron al exterior más de 769 mil personas que habitan en el territorio caribeño.
El 79 por ciento de ellas lo hizo por primera vez, apuntó Rodríguez durante el IV Encuentro de Cubanos Residentes en Estados Unidos en Defensa de la Soberanía Nacional y Contra el Bloqueo, celebrado este sábado en Washington DC.
Según precisó, en lo que va del actual año se reporta un crecimiento del 28 por ciento en ese indicador en comparación con igual etapa de 2016, pese a las complicaciones en los vínculos bilaterales con Estados Unidos. Esos y otros datos, de acuerdo con el canciller, permiten afirmar que no existen contradicciones de fondo entre la nación antillana y los cubanos residentes en el exterior, y que es falsa la afirmación malintencionada de algunas personas de que los cubanos emigran masivamente en estos tiempos.
Tras la eliminación el 12 de enero pasado de la política de pies secos-pies mojados, que tantas vidas restó, y la abolición de la nefasta política de 'parole' para el personal médico cubano, se confirmó una considerable disminución del flujo de inmigrantes irregulares a Estados Unidos, expresó.
A decir del canciller, los datos y los hechos demuestran que esas dos políticas y la pretensión de gobierno estadounidense de imponer su voluntad al territorio caribeño eran verdaderos factores de aliento al movimiento ilegal, irregular y desordenado.
Sin embargo, no será posible alcanzar relaciones normales desde el punto de vista migratorio hasta tanto el Congreso norteamericano no abrogue o elimine la llamada Ley de Ajuste Cubano que estimula la continuidad de un flujo irregular, consideró el ministro.
Añadió que esa legislación también afecta el proceso de otorgamiento de visas para los cubanos que desean viajar, pero no emigrar, a este país.
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