Son miles de asambleas en todos los barrios del país, que culminarán en las elecciones municipales del próximo noviembre.
Muchas de las personas que ahora sean elegidas por el pueblo en la base, tras las elecciones generales a celebrar el próximo año, pasarán a formar parte de la Asamblea Nacional, el Parlamento.
Y allí se elegirá un nuevo presidente o presidenta de la República. Habiendo anunciado Raúl Castro que no se presentará a la reelección, el acoso político y la campaña mediática internacional se ven venir desde lejos.
Ahora, desde los centros de poder político de EEUU, se pretende introducir un elemento nuevo en su estrategia: la inclusión de “disidentes” como candidatos en el actual proceso electoral de la Isla. La intención: conseguir que algunas de estas personas sean elegidas en ciertos lugares del país, para tratar de llegar, posteriormente, al Parlamento.
En la operación están implicadas poderosas organizaciones de EEUU, como el Instituto Republicano Internacional (IRI), que para ello ya imparte cursos a la “disidencia” en México y Colombia. Y el Instituto Nacional Demócrata, que hace otro tanto en Argentina.
Es cierto que estas organizaciones hoy concentran todos sus esfuerzos y recursos en la desestabilización de Venezuela. Pero, llegado el momento, tratarán de dar el zarpazo sobre Cuba.
Donde, por cierto, nadie impide a sus “paracaidistas electorales” que intenten ser elegidos por el pueblo. Pero deben saber que, de esta manera, participando en la democracia cubana, la están –finalmente- legitimando.
Fuente: Cubainformación TV – Basado en un texto de Percy Francisco Alvarado Godoy
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