Jeferson Miola.─ El bloqueo de la investígación a Michel Temer en la Cámara de Representantes es la síntesis perfecta de un Brasil golpeado en su democracia, su dignidad y su decencia.
La Cámara de Diputados, bautizada en aquella deplorable sesión del 04/17/2016 por el columnista político portugués Miguel Sousa Tavares como una “asamblea general de bandidos dirigidos por un bandido llamado Eduardo Cunha”, no permitió que el Tribunal Supremo investigara al “jefe de la banda más peligrosa de Brasil” atrapado en la comisión del delito de corrupción ocurrido en un reunión clandestina -tarde en la noche- con el empresario corruptor Joesley Batista en pleno palacio Jaburu, la residencia oficial.
El jefe del gobierno de ladrones integrado por políticos del PSDB, PMDB, PP, PR, PRB, PPS, PTB, PSB, PV, PSD, DEM, es la solución del consenso del establecimiento, es la opción que unifica y pacifica el bloque dominante.
La Cámara de Diputados simplemente adoptó, una vez más, las decisiones impuestas por el sistema financiero internacional y por el gran capital nacional y extranjero, que tiene en el PSDB y en la oligarquía paulista su representación orgánica en el sistema político brasileño.
La salvación de Temer, para los dueños del poder, es el factor más favorable para la estabilidad del pacto de dominación oligárquica para profundizar la restauración ultraliberal en Brasil. La contrarreforma laboral, que crea normas que somete a las mujeres embarazadas a condiciones infrahumanas de trabajo, inferiores inclusive a las normas técnicas más bajas para la crianza de ganado, es la expresión más cruel de este pacto esclavócrata y patriarcal.
Por eso Temer deberá seguir gobernando ilegítimamente Brasil hasta el 31 de diciembre de 2018. Ni siquiera la segunda denuncia que la Fiscalía presentará contra él –por organización criminal, obstrucción de la justicia y prevaricato y malversación- deberá ser autorizada por la Asamblea de Bandidos, una institución dominada por la misma mayoría corrupta que perpetró el golpe contra la presidenta Dilma Rousseff.
Temer, uno de los gobernantes más ilegítimos y podridos de todo el mundo, paradójicamente tiene el poder de entregar a las metrópolis imperiales la agenda más atractiva y jugosa del mundo geopolítico contemporáneo: las riquezas nacionales, la renta pública, la soberanía política y económica, las tierras, la cadena de petróleo y gas, la Amazonía, la legislación ambiental, el Acuífero Guaraní, la soberanía nuclear, la capacidad de lanzamiento de satélites, los derechos laborales, la seguridad social y muchos otros valores de la novena economía más grande en el mundo.
La decisión adoptada por los miembros de la Asamblea General de Bandidos no causa ninguna sorpresa ni extrañeza. Presidida por un diputado denunciado por corrupción y lavado de dinero (“Botafogo” en la nómina de sobornos de Odebrecht), y compuesta por una mayoría de parlamentarios acusados de diversos y variados crímenes – corrupción administrativa, fraude en contrataciones y licitaciones, lavado de dinero, evasión de divisas, trabajo esclavo y asesinato-, la Asamblea de Bandidos nunca abandonaría a uno de sus iguales.
Al salvar a Michel Temer, uno de sus miembros más notorios para ocupar el cargo más alto de poder en el país de forma ilegítima y sin votos, la Asamblea General de Bandidos finalmente escribió su autobiografía.
El Brasil se cubre de vergüenza. Los mismos parlamentarios corruptos que derrocaron a una mujer honesta y digna con un juicio político fraudulento, mantienen en la presidencia de Brasil al notorio criminal que licera una turba de ladrones denunciados en la justicia y protegidos por el foro privilegiado.
El sentimiento casi unánime de la población, el 94%, que se manifiesta ruidosamente en las encuestas rechazando a Temer, no guarda correlación, sin embargo, con el silencio abrumador en las calles, donde se observa la disminución del movimiento de masas guiado por la consigna de “Fuera Temer/ Directas ya “.
Esto no significa, sin embargo, que no haya descontento popular, ni tampoco quiere decir que no se experimente una ampliación de la conciencia sobre el empeoramiento de la situación de vida después del golpe, en comparación con los gobiernos de Lula.
¿Es realista la hipótesis de que esta “conciencia de reserva” puede tener expresión concreta y sorprendente en el año 2018, si ocurrieran unas elecciones limpias y democráticas. A la luz de esta evidencia, tesis como el parlamentarismo a partir de 2018 pueden ganar peso en el paquete de la ofensiva de la clase hegemónica. Todo se hace para evitar el regreso de Lula.
(*) Integrante del Instituto de Debates, Estudios y Alternativas de Porto Alegre (Idea).Fue coordinador-ejecutivo del V Foro Social Mundial. /https://www.facebook.com/jefmiola/posts/318671815209466
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