Arthur González.─ De “perseguida política” a turista en La Habana, así de simple ha sido la transformación de Rosa María Payá Acevedo, hija del “disidente” Oswaldo Payá Sardiñas, fallecido por culpa del español Ángel Carromero, al conducir a exceso de velocidad y condenado por homicidio.rosa-maria-e-ileana
Al morir Payá y perder la familia el financiamiento que por años recibían desde Miami, Rosa María y su madre Ofelia Acevedo, les hicieron el cuento a los diplomáticos estadounidenses acreditados en Cuba, “que la policía pretendía asesinarlas”, algo que solo los que no conocen la historia pueden creer.
Fue así como ambas intercambiaron un visado de refugiados políticos para ellas dos y otros dos hijos del finado, y el pago sería desarrollar una campaña acusando al gobierno cubano del deceso del “disidente”.
Por supuesto que ni siquiera en los tribunales españoles creyeron esa historia, debido a la ausencia de pruebas y al reconocimiento del gobierno de España de la culpabilidad de Carromero.
No obstante, desde su arribo a los Estados Unidos Rosa María fue acogida por miembros de la mafia terrorista anticubana, como Ileana Ros-Lehtinen y Marco Rubio, quien de inmediato se convirtió en su protector, pero pronto se acabó el cuento de que era perseguida política, pues regresó a la isla a los pocos meses para no perder su residencia, lo que demuestra su gran mentira, ya que en ningún momento confrontó peligros, ni represalias.
En Miami conformó una organización contra la Revolución, como medio para obtener parte de los fondos que la Casa Blanca aprueba anualmente y que ascienden a 20 millones de dólares, y ahora anunció otra visita al país donde según ella afirmaba, “peligra su vida”.
La prensa pagada para la conformación de noticias falsas contra Cuba, anunció que el 18 de enero 2017 Rosa María regresaba nuevamente a La Habana, nada menos que para estar con sus amigos, los que, de acuerdo con la cruzada mediática concebida en Miami, “están siendo encarcelados, golpeados o amenazados, y temen por sus vidas”.
¡Vaya temor! el de esos que viven a costa del dinero que aporta Estados Unidos, viajan por Europa y Miami sin problema alguno y no trabajan desde que encontraron, como ella, una fórmula para obtener dinero fácil sin preocupaciones.
Resulta evidente que ante las medidas de ajuste económico que anuncia el nuevo presidente Donald Trump, la contrarrevolución cubana fabricada por la CIA, según documentos desclasificados, tiene temor de quedarse sin el amplio financiamiento con el que viven cómodamente desde hace 58 años, razones para incrementar el anejo cuento de los “arrestos y golpizas” que nadie ve en las calles cubanas.
Ahora Rosa María disfruta, como una turista más, de almuerzos y cenas en restaurantes privados de La Habana, gracias a ser mantenida por Estados Unidos dada su condición de “refugiada política”, lo que le permite tener el dinero suficiente para compartir con sus amistades si ser molestada por nadie.
Un verdadero perseguido político de cualquier país sabe que, regresar al lugar de donde un día salió para salvar su vida, es ser hombre muerto, algo bien distinto a lo que ocurre con la “perseguida política” Rosa María Payá Acevedo.
Al darse cuenta de que el tiempo se le acaba, la “refugiada” reportó a través de un video en vivo en la red social Facebook, que han sido seguidas durante tres días por tres autos durante un recorrido por La Habana, algo muy difícil de tragar con la escasez de combustible que los mismos sitios de Miami difunden a diario.
La suerte está echada y por mucho que quieran hacerle creer a los nuevos funcionarios de la Casa Blanca de esas historias de horror y misterio, la vida se encargará de demostrar quien dice la verdad, y todo apunta a que los presupuestos millonarios que les permite vivir del cuento a los llamados “disidentes”, están en el pico del aura, tomando en consideración que los actuales dirigentes de Estados Unidos proceden del mundo de los negocios y no del gremio de los políticos tradiciones comprometidos con viejas e infectivas políticas contra Cuba.
Fuente: blog El Heraldo Cubano
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