Tras casi 60 años de grave enemistad, Estados Unidos y Cuba planean ahora "combatir" el cáncer conjuntamente, gracias al "deshielo" y pese al bloqueo, según ANSA.
Los centros científicos cubanos, que fueran acusados de crear "armas biológicas" por los halcones de Washington, tienen algo importante que ofrecer al pueblo estadounidense, aunque allí sea de pago.
La American Association for the Advancement of Science (AAAS), una entidad en Estados Unidos sin fines de lucro, y la Academia de Ciencias de Cuba, desarrollan en La Habana un "Simposio Binacional", el primero de ese perfil en décadas de "intercambio de experiencias" bilaterales sobre el estudio, diagnóstico y tratamiento del cáncer.
"Es una magnífica oportunidad de abrir espacios a la colaboración y el debate en el enfrentamiento a tan complejo problema de salud global", dijo el oncólogo estadounidense Tom Wang, director internacional de la AAAS, fundada en 1848 en Pensylvania.
Asisten, por Estados Unidos, especialistas del Roswell Park Cancer Institute, de Buffalo, Nueva York, la Sociedad Americana de Cáncer, el Memorial Sloan Kettering Cancer Center and Ludwig Cancer Research, de Nueva York, el Instituto Nacional de Cáncer, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, y las Universidades de Pittsburg y Pennsylvania. Representan a Cuba científicos y especialistas de los Centro de Inmunología Molecular, de Ingeniería Genética y Biotecnología y del Instituto Nacional de Oncología y Radiobiología, entre otras instituciones.
Pese al grave conflicto entre ambas naciones, en casi 60 años se desarrollaron "contactos" esporádicos entre sí en torno a vacunas hechas en Cuba contra varias enfermedades especialmente anticancerígenas, pero como ha sucedido en cualquier otro sector, no se logró sobre el tema una cooperación.
Según estadísticas son 30 los medicamentos cubanos ya reconocidos por la Oficina de Patentes de Estados Unidos, pero su distribución y uso en ese país sigue estancada.
Tras anunciarse el "deshielo" a fines de 2014 la organización médica contra el cáncer Roswell Park firmó un acuerdo con el Centro de Inmunología Molecular de Cuba para terminar de desarrollar un tratamiento cubano contra esa enfermedad en los pulmones, pero aún espera por una autorización federal al respecto.
La "normalización" de relaciones es aún obstaculizada por las leyes del bloquo que aplica Washington a la isla desde la década de los años 60 del siglo pasado, todavía vigentes.
Un permiso de la oficial Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos es imprescindible.
En respuestas en Twitter el jueves, el embajador cubano en Estados Unidos José Ramón Cabañas, explicó desde Washington que su país presentó "todos los expedientes y la documentación necesaria ante el organismo para iniciar los ensayos clínicos conjuntos con Roswell Park".
La vacuna cubana contra el cáncer, Cimavax, es terapéutica, o sea que no implica una curación pero sí una prolongación de la vida.
Cabañas agregó que los laboratorios estadounidenses además "tienen interés en un anticuerpo monoclonal efectivo contra varios tipos de cáncer", desarrollado en Cuba.
Durante su visita a Cuba en marzo pasado, especialistas cubanos "sugirieron" públicamente al presidente Barack Obama que emita "una autorización general" para abrir investigaciones conjuntas médicas, especialmente contra el cáncer mediante empresas mixtas bilaterales.
También que permita además a compañías e instituciones de Estados Unidos que desarrollen en Cuba ensayos clínicos de medicamentos y tecnologías en desarrollo por esas entidades.
Fuente: CubaSí
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