Morales, en La Habana. MÒNICA BERNABÉ |
La periodista dice que el Profesor le pidió a ese diario que le pagase por la entrevista y que la misma es "fruto del regateo".
Me parece muy bien la travesura de Morales: que El Mundo pague por la verdad, ya que a ese diario le pagan y paga por la mentira, mientras aparenta que lo hace gratis.
La generosidad de Morales con medios y blogueros no está en duda, por ofrecer desinteresadamente sus opiniones siempre atendibles.
P. Barack Obama ha flexibilizado el embargo comercial a Cuba.
No, perdone. Obama ha dividido el bloqueo en dos.
P. ¿Qué quiere decir?
Las medidas de flexibilización que Obama ha aprobado no se refieren a toda la sociedad cubana, sino sólo a una parte. Por ejemplo, ha eliminado las medidas establecidas por George Bush, que limitaban los visados, o el envío de paquetes y remesas. También ha facilitado el comercio a sectores privados, además de la importación y exportación, y ciertas formas de crédito. O pretende mejorar las telecomunicaciones o que lleguen herencias y tecnología a Cuba. Todas estas medidas tienen como objetivo reforzar el sector privado emergente en Cuba con el que Obama quiere forzar un cambio político en la isla, y no el sector estatal que es el dominante. De hecho, lejos de mejorar, la situación de bloqueo ha empeorado con medidas punitivas contra Cuba que no tienen precedente en períodos anteriores.
P. ¿A qué se refiere?
Estados Unidos ha puesto multas a la banca canadiense y a la francesa de más de ocho mil millones de dólares porque hicieron negocios con Cuba y facilitaron el flujo financiero aquí. Nunca antes había ocurrido algo así. En el ámbito financiero, Estados Unidos está persiguiendo nuestras transacciones internacionales como nunca lo había hecho.
P. ¿Entonces todas las medidas de flexibilización son puro humo?
Son medidas unilaterales, en las que Estados Unidos pone las reglas y Cuba debe cumplir. Por ejemplo, Obama no ha tocado ni una de las normas de comercio.
P. ¿Qué dicen esas normas?
Dicen que las mercancías que pueden llegar a Cuba son limitadas y básicamente se reducen a alimentos y productos agrícolas. Y no pueden llegar en un barco cubano, sino sólo en un barco que Estados Unidos autorice. De lo contrario, si un barco viene a un puerto de Cuba, después es sancionado a no poder atracar en un puerto estadounidense durante seis meses. También debemos pagar en efectivo y antes de que las mercancías lleguen a Cuba, y no se nos permite el crédito. Así es imposible. Un comercio sin crédito no es comercio. Por otra parte, continúan vigentes las ley Torricelli y la Helms Burton.
P. ¿Qué establecen esas leyes?
La ley Torricelli prohíbe a Cuba la posibilidad de comercializar con filiales norteamericanas en terceros países. Y la Helms Burton impide que se pueda invertir en Cuba en aquellas actividades económicas que fueron propiedad norteamericana. El problema es que todas las grandes actividades fueron propiedad norteamericana. Por ejemplo, la actividad del níquel, el petróleo, la marinera, las centrales azucareras, la eléctrica, la telefonía...
P. ¿En qué se fundamenta esa prohibición?
En los años 60, tras el triunfo de la Revolución, Estados Unidos decidió no comprarnos más azúcar y no vendernos más petróleo. Pero por suerte, la Unión Soviética nos compró azúcar y nos vendió petróleo y eso nos salvó la vida. Cuando llegó el petróleo soviético a Cuba, las refinerías eran de Estados Unidos y éstas se negaron a refinarlo. Así que el gobierno cubano nacionalizó las refinerías y estableció un modelo de compensación por las propiedades nacionalizadas, que consistía en que el país afectado debía comprar una cantidad concreta de azúcar a un precio determinado durante un número de años. Así se compensaba la nacionalización. Pero Estados Unidos no aceptó este modelo de compensación y ahora, si por ejemplo una empresa española invierte en uno de los sectores que era propiedad norteamericana, puede ser multada por Estados Unidos. Eso nos limita muchísimo, porque cualquier capital grande tiene negocios con Estados Unidos.
P. Obama no puede hacer nada para eliminar esa ley. Está atado de pies y manos por el Congreso.
Obama tiene prerrogativas ejecutivas para dejar el bloqueo como un cascarón. ¿Por qué no las utiliza? Obama no es tonto, y el bloqueo continúa siendo para él un instrumento de opresión contra Cuba. Casi al concluir su campaña por la presidencia en 2008, hizo un discurso en Miami en el que declaró que se sentaría a conversar con amigos y con enemigos, también con Cuba, pero que no levantaría el bloqueo. Es lo que está haciendo. Obama ha cambiado la forma de hacer política, pero no la estrategia.
P. Ahora al menos pueden llegar a Cuba remesas sin límite de Estados Unidos.
George Bush las limitó a 100 dólares mensuales, y ahora se puede enviar el dinero que quieras, y no sólo para familiares, llevar a cabo actividades personales o de grupo. Pero lo que no se ha autorizado es que el Estado cubano pueda manejar el dólar o hacer una transacción usando el dólar. Ése es el problema. Institucionalmente no se puede usar el dólar. Corres el riesgo de que te lo decomisen. Por lo tanto, la administración de Estados Unidos está seleccionando a las personas de la sociedad cubana que quiere empoderar. Está beneficiando a personas que tienen familiares en Estados Unidos o que trabajan por cuenta propia, y que normalmente son personas blancas. No negras, ni mestizas.
P. ¿Entonces qué quiere Cuba?
Lo que necesitamos es que Estados Unidos libere el dólar y las inversiones. Que dispongamos de créditos de los bancos norteamericanos, y potenciar la actividad del turismo. No podemos echar a andar sólo con nuestro capital. Y que se elimine la ley Helms Burton. Si echas abajo esa ley, echas abajo el bloqueo.
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