Canciller Bruno Rodríguez. Foto: Ismael Francisco |
Rodríguez Parrilla ofreció detalles sobre el encuentro de este sábado en el marco de la VII Cumbre de las Américas, el primero a nivel de Jefes de Estado en más de medio siglo.
El canciller cubano aseguró que los principales avances se han dado en la búsqueda de un terreno común para restablecer las relaciones diplomáticas y abrir embajadas.
Rodríguez Parrilla dijo que esa podría considerarse una primera etapa en lo que Obama ha llamado su “cambio de política” y que incluye el reconocimiento del Gobierno Revolucionario y la reanudación de los nexos diplomáticos.
En ese camino, explicó, todavía persisten obstáculos como la injustificada inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo internacional y la ausencia de servicios bancarios para la misión diplomática en Washington.
Respecto al primer punto, el General de Ejército reconoció como un paso positivo la declaración de que Obama decidirá rápidamente sobre la presencia de Cuba. “Yo espero que su decisión se ajuste a la realidad”, dijo Rodríguez Parrilla.
El pasado jueves el Departamento de Estado recomendó al presidente sacar a nuestro país del listado unilateral. Obama aún no ha notificado al Congreso, que tiene 45 días para emitir una opinión sobre la decisión del mandatario, pero no puede revertirla.
El otro punto pendiente para la apertura de embajadas es el comportamiento del personal acreditado en cada una de las capitales, quienes según la legislación internacional deben respetar las leyes del estado anfitrión.
En ese sentido, el canciller cubano dijo que los presidentes resaltaron la importancia de continuar trabajando para negociar los elementos necesarios para “establecer un contexto adecuado” y “proceder a fijar fechar y hacer los anuncios correspondientes”, sobre este tema.
Una vez que concluyan “los procesos pendientes” y cuando exista una atmósfera de avenencia en las relaciones de Estados Unidos con todos los países del continente, podrá trabajarse en fijar fechas para el restablecimiento, aseguró el diplomático cubano. “Esto podría ocurrir en un futuro próximo”, precisó.
Hasta el momento se han celebrado dos rondas de conversaciones para implementar el restablecimiento de los nexos, una en la capital cubana y otra en la estadounidense, y se han llevado a cabo otros encuentros bilaterales sobre temas específicos.
Ante una pregunta de la prensa, Rodríguez Parrilla dijo que la próxima ronda de conversaciones será “tan pronto como sea posible”.
POSIBILIDADES DE DIÁLOGO Y COOPERACIÓN
Los jefes de Estado también hablaron de las posibilidades de cooperación en diversas áreas de interés mutuo.
Coincidieron en que deben aprovecharse los interés mutuos y expandirlos en áreas como el enfrentamiento al narcotráfico y el terrorismo, la ciberseguridad, aplicación y cumplimiento de la ley, protección del medio ambiente, cambio climático y la salud, incluyendo enfrentamiento y prevención de pandemias.
Sobre ese aspecto, destacó los resultados alentadores de la cooperación sostenida entre ambas naciones en el enfrentamiento al ébola en África occidental.
Raúl dijo, reafirmó la posición de Cuba de sostener un diálogo sobre cualquier asunto de interés sobre bases de igualdad soberana y reciprocidad.
Asimismo, ambos mandatarios reconocieron la necesidad de evitar situaciones que puedan afectar el cambio de política que ambos países han decidido.
LA NORMALIZÁCIÓN, UN PROCESO LARGO Y COMPLEJO
El canciller cubano dijo que el proceso hacia el restablecimiento es distinto al de una futura normalización de relaciones, que catalogó como “largo y complejo”
Obama y Raúl, argumentó, abordaron en el encuentro del sábado los asuntos que deben ser resueltos para avanzar en el proceso de normalización, el principal de los cuales es es el levantamiento del bloqueo económico, financiero y comercial que ha aplicado Estados Unidos contra Cuba desde hace más de medio siglo.
Rodríguez Parrilla afirmó que, además del levantamiento del bloqueo, hay aspectos importantes como la devolución del territorio ocupado por la Base Naval de Guantánamo y la completa eliminación de los programas que “causan daño en el pueblo cubano” y que buscan cambios en el sistema económico, político y social del país.
Raúl y Obama, reveló, analizaron los progresos alcanzados desde los anuncios del 17 de diciembre pasado.
Refirió que fue particularmente importante la posición del mandatario norteamericano de cambiar una política de más de 50 años hacia Cuba y la admisión de que el bloqueo provoca daño al pueblo cubano y aislamiento a EE.UU.
Asimismo, resalto el planteamiento del presidente estadounidense de involucrarse en un debate sobre el bloqueo en el Congreso de su país, dirigido a levantarlo completamente.
“Las medidas tomadas por Estados Unidos para modificar algunos aspectos del bloqueo son un paso en la dirección correcta, pero esperamos que se amplíen y que se puedan tomar otros”, añadió.
Ratificó la idea de que Obama cuenta con amplia pregorrativas y poderes constitucionales para “continuar modificando, de manera sustancial, diversos aspectos de la aplicación práctica” del bloqueo.
El encuentro entre los presidentes de Cuba y Estados Unidos ha generado interés global.
La última vez que se encontraron los jefes de Estado de ambos países fue en 1956 precisamente en Panamá, en una cumbre hemisférica. Nuestro país estaba gobernado por el dictador Fulgencio Batista y en la Casa Blanca estaba Dwight D. Eisenhower.
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