Wickham llegó a esta conclusión al analizar una combinación de cifras de ayuda extranjera proyectadas, en un informe de enero 2013, por el Servicio de Investigación del Congreso, y cruzó esa información con hallazgos de torturas divulgados independientemente por Amnesty International (AI), Human Rights Watch (HRW) y otras organizaciones de derechos humanos con reconocimiento internacional.
Un informe del Servicio de Investigación del Congreso, preparado para los comités del poder legislativo y sus miembros, dio a conocer los presupuestos de ayuda extranjera de Estados Unidos proyectados por país para el ejercicio económico 2014. Según ese informe, estos son los diez países que recibirán la mayor ayuda prevista (en millones de dólares de Estados Unidos actuales):
• Israel 3.100
• Afganistán 2.200
• Egipto 1.600
• Pakistán 1.200
• Nigeria 693
• Jordania 671
• Irak 573
• Kenia 564
• Tanzania 553
• Uganda 456
Wickham afirmó que AI, HRW y otras organizaciones de derechos humanos muy reconocidas por Estados Unidos y las grandes potencias, acusaron a cada uno de los gobiernos de estos 10 países de torturar gente durante el año 2013, y por lo menos la mitad lo hizo a una escala masiva.
Por ejemplo, Israel, el beneficiario principal de la asistencia económica de Estados Unidos, fue acusado de cometer importantes abusos de derechos humanos durante el año pasado, incluyendo la tortura de niños palestinos. Un informe reciente del Comité Público Contra la Tortura en Israel describió de qué manera niños policíacamente registrados como “sospechosos de crímenes menores”, fueron asaltados sexualmente por fuerzas israelíes de seguridad y encerrados en jaulas al aire libre durante el invierno. Se encontró que el “74% de los niños palestinos detenidos experimentaron violencia física durante su arresto, traslado o interrogatorio”.
Un reporte de Naciones Unidas divulga que la tortura está “extendida” en Afganistán, mientras Amnistía Internacional documenta que la tortura es “práctica común” en Iraq y en Egipto existe una “situación abismante” de derechos humanos. Human Rights Watch denunció que en Jordania la tortura se practica con “impunidad cuasi total”.
Wickham asegura que la ayuda económica a tales gobiernos podría violar leyes existentes en Estados Unidos, cuyo mandato dispone que poco o nada de financiamiento se conceda al gobierno de cualquier nación que “observe un modelo constante de gruesas violaciones de los derechos humanos reconocidas internacionalmente, incluyendo tortura”.
Estados Unidos sigue siendo signatario de la Convención de Naciones Unidas contra la Tortura y otros Tratamientos y Castigos Crueles, Inhumanos o Degradantes, ratificada en octubre de 1994. Que los diez beneficiarios top de la ayuda extranjera estadounidense “practiquen todos la tortura plantea preguntas serias sobre la postura de la administración Obama en derechos humanos”, escribió Wickham. “Si Estados Unidos quiere ser considerado seriamente en estas cuestiones, se impone una re-evaluación seria de su programa de ayuda extranjera”.
Fuente:
- Daniel Wickham, “Top 10 US Aid Recipients All Practice Torture,” Left Foot Forward, January 30, 2014, http://www.leftfootforward.org/2014/01/top-ten-us-aid-recipients-all-practice-torture.
- Estudiante investigador: Alyssa Tufaro (Florida Atlantic University)
- Evaluador académico: James F. Tracy (Florida Atlantic University)
PROYECTO CENSURADO.Traducción: Ernesto Carmona, ARGENPRESS.info
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