Gloria Analco.— Nadie hubiera podido concebir, desde la imaginación, una historia como la de Fidel Castro, ni siquiera Shakespeare, por lo insólita que es. Este agosto 13 cumplió 88 años de edad. Él es, sin duda, la figura señera del último siglo, con Estados Unidos utilizando todos los medios a su alcance –que no han sido pocos- para vencerlo y procurar que pasara a mejor vida, con intentos de asesinato que, según los servicios secretos cubanos, suman hasta el momento 634. Pero parece que a Fidel ni el tiempo puede vencerlo.
Estados Unidos ha empleado multimillonarios recursos, durante más de 50 años, para hacer fracasar su Revolución, sin haberlo conseguido. La pregunta que la Humanidad debe hacerse es ¿a qué ha obedecido tanto acoso? Si Estados Unidos tiene la convicción de que el sistema socialista no funciona, ¿para qué entonces aplicarle a Cuba el más severo bloqueo a espaldas del mundo?
Estados Unidos lleva décadas realizando la práctica inmoral y monstruosa de perseguir aplastar a un pueblo económicamente, con el cerco a Cuba, para obligarlo a sublevarse en contra de sus autoridades, ante la imposibilidad histórica que ha tenido de doblegar a Fidel Castro y su régimen.
La sistemática agresión estadounidense ha obedecido a que, en la persona de Fidel Castro, las masas en Cuba tomaron el poder para reivindicar sus derechos. ¿Qué ha significado eso? Que la burguesía ya no ejerce el poder para mantener sus privilegios, sino que la riqueza que se produce en Cuba, desde el triunfo de la Revolución, ha sido repartida entre el pueblo cubano en servicios sociales que lo mantienen en pie, en salud, educación y organización política como no sucede con otro pueblo en desarrollo.
Eso es lo que ha estado en la disputa del diferendo histórico Cuba-Estados Unidos: ¿Quién va a controlar la riqueza que produce un pueblo con su trabajo?
Fidel Castro creció en estatura histórica precisamente por ser el principal protagonista, por más de medio siglo, de las causas de los pueblos que han buscado su reivindicación política para arrebatarles a las castas codiciosas el control político.
Por eso Cuba no tiene figuras en la lista de Forbes, aunque alguna vez, tramposamente, Fidel Castro ha sido incluido en ella, como parte de la propaganda para desacreditar su figura política y lo que él históricamente ha representado.
Además de lo ideológico, que es lo fundamental, el problema de Estados Unidos con Cuba es que los revolucionarios cubanos lograron desafiar las políticas estadounidenses. “Es por esta razón que son tan intransigentes con la isla”, dijo alguna vez Noam Chomsky.
Está claro que los planes norteamericanos sobre Cuba están impregnados de un remarcado tinte político, pese a que su argumento fundamental sea el tema de la violación de los derechos humanos.
La vida política de Fidel Castro ha sido perfecta: es sobreviviente del Moncada, del desembarco del Granma, de la lucha en la Sierra Maestra, de infinidad de atentados contra su vida, de más de 10 administraciones estadounidenses, y sobreviviente además de la debacle del campo socialista. Hoy en día todavía líderes políticos forman fila para entrevistarse con él y recibir sus sabios consejos./Grupo CubaCoraje
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