La cultura debe acompañar el esfuerzo que realiza el país para desplegar las fuerzas productivas y las reservas morales en aras de lograr un socialismo próspero y sostenible, aseguró el primer vicepresidente cubano, Miguel Díaz-Canel.
En su discurso de clausura del VIII Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), el dirigente dijo que un componente de esa prosperidad y calidad de vida que esperamos alcanzar, radica en la dimensión espiritual que ofrece la cultura.
Se trata, precisó, de buscar el desarrollo y crecimiento económico, pero con el alma plena de sentimientos y espiritualidad; y eso se logra salvando la cultura, que es a la vez salvar la Patria, la Revolución y el Socialismo.
Esto exige de nosotros que seamos cada día más eficaces en la defensa de la identidad nacional y en la promoción de los auténticos valores de la cultura cubana.
Díaz-Canel expresó que la humanidad sufre en el presente la ofensiva de una operación de colonización cultural a gran escala, donde el imperio trata de imponer el frívolo e injusto modelo del llamado sueño americano, denunciado tempranamente por el Héroe Nacional de Cuba José Martí.
Durante su intervención se refirió a la negativa influencia de los patrones de consumo, a los que Cuba no escapa, junto con los planes de subversión contra la Revolución, que tienen entre sus blancos a los intelectuales y artistas con el propósito de separarlos de toda intención y preocupación social.
Se refirió a las nuevas modalidades de subversión denunciadas recientemente por el presidente cubano, Raúl Castro, cuya estrategia principal es instaurar una plataforma de pensamiento neoliberal y de restauración del capitalismo neocolonial, enfilada contra las esencias de la Revolución y para generar una ruptura ideológica entre generaciones.
Por eso es tan importante contar con una vanguardia artística como la representada en la Uneac, que pueda hacer contribuciones decisivas en la batalla cultural, frente al proyecto colonizador global y frente a los intentos subversivos del norte revuelto y brutal, acotó.
En sus palabras, el primer vicepresidente recordó que la actualización del modelo socioeconómico se ejecuta al mismo tiempo que se asegura el funcionamiento de la economía y la vida cotidiana, en un entorno de crisis internacional y de bloqueo recrudecido.
En este contexto, añadió, ahora entramos en lo más difícil: las transformaciones en la empresa estatal socialista y la unificación monetaria y cambiaria.
Tenemos que salir adelante en lo económico y en el campo de los valores, de la conciencia, o no tendremos patria independiente y socialista, concluyó.|PL
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