Este domingo 24 de noviembre amaneció con un punto a favor de la paz precaria en el planeta, cuando fue anunciado el acuerdo entre Irán y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Rusia y China) más Alemania.
Según el pacto el país persa se compromete a reducir su programa nuclear mientras que Occidente aliviará las sanciones económicas impuestas a la República Islámica.
Irán deberá detener al enriquecimiento de uranio de más del 5%, suspender la producción del plutonio y la fabricación de centrífugas y facilitar el acceso de los inspectores del Organismo Internacional de
Energía Atómica (OIEA) a sus instalaciones nucleares.
A cambio, las potencias permitirán la liberación de alrededor de cuatro mil 200 millones de dólares de fondos iraníes congelados en cuentas de bancos extranjeros. Además, se autorizará la reanudación del comercio de metales preciosos, algunos petroquímicos y partes de aeronaves.
Durante la primera fase de implementación del pacto, que durará seis meses, y tras la congelación del programa nuclear y la atenuación de las sanciones, continuarán las negociaciones con tal de determinar los parámetros de la actividad atómica pacífica iraní. Más tarde Irán podrá enriquecer uranio como fuente de energía, según RIA NOVOSTI.
La jefa de la diplomacia europea Catherine Ashton, quien coordinó las negociaciones en nombre del llamado grupo de los 5+1, consideró el acuerdo como un "avance muy significativo para el desarrollo de nuestras relaciones".
Tras las negociaciones, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, afirmó que gracias a este entendimiento "todos ganan y nadie pierde".
Lavrov elogió la decisión de Occidente de no imponer más sanciones durante los próximos seis meses contra el país persa y de aliviarlas parcialmente.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dado la bienvenida al acuerdo por considerarlo como “un primer paso importante hacia una solución integral”.
En Francia, el presidente François Hollande calificó el documento "como un paso importante en la dirección correcta".
Israel
El gobierno israelí rechazó hoy de la forma más enérgica el acuerdo que el Grupo 5+1 alcanzó la pasada madrugada con Irán, un trato que considera un "error histórico" que en nada le "compromete" de cara a un futura operación militar.
"Lo que se ha acordado en Ginebra no es un acuerdo histórico sino un error histórico", puntualizó el primer ministro, Benjamín Netanyahu, al rechazar la ola internacional de felicitaciones a los negociadores de EEUU, Rusia, China, Alemania, Gran Bretaña y Francia.
Para Netanyahu, que en los últimos años estaba embarcado en una cruzada casi mesiánica contra el programa nuclear iraní, el mundo se ha convertido hoy "en un lugar mucho más peligroso porque el régimen más peligroso del mundo ha dado un paso significativo para conseguir el arma más peligrosa del mundo", de acuerdo con Efe.
Arabia Saudita
Las explosiones cerca de la embajada de Irán en Beirut este 20 de noviembre fueron consideradas como “un mensaje evidente de Arabia Saudita o incluso es un acto de guerra de su parte contra Irán", aseguró en entrevista a RT Kevork Elmassian.
El analista político pidió no olvidar las acciones de Arabia Saudita en las últimas semanas cuando rechazaron su membrecía en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y luego dijeron que iban a trabajar para arruinar las negociaciones de paz en Siria.
Según explicó, también están intentando bloquear cualquier negocio entre Occidente e Irán: los últimos informes dicen que Arabia Saudita quiere obtener de Pakistán una bomba nuclear si llegan a un acuerdo con el grupo 5+1 e Irán.
Es la primera vez que los sauditas cruzan la línea roja eligiendo como blanco a la embajada de Irán en Beirut, afirma el experto. "Este historial de políticas de Arabia Saudita es un reflejo de su desesperación en Oriente Medio, y apuntando ahora a la embajada de Irán quieren expandir el caos y la guerra también dentro del Líbano", dijo.
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