Yoani Sánchez eludió en Naciones Unidas responder si considera un terrorista al contrarrevolucionario Luis Posada Carriles, autor confeso del sabotaje en pleno vuelo contra un avión civil de Cuba.
Interrogada por Prensa Latina durante una conversación con un grupo de periodistas, la llamada bloguera se limitó a señalar, sin pronunciar la palabra terrorismo: "soy pacífica y repudio a todo aquel que utilice la violencia", para luego criticar las acciones militares de los rebeldes que derrocaron a la dictadura en Cuba en 1959.
También soslayó una respuesta directa sobre la forma en que los habitantes de la isla interpretarán el apoyo que recibió ayer en Washington de parte de varios congresistas de origen cubano conocidos por sus acciones para lograr un cambio de régimen en Cuba.
Solo opinó que en ese país existe "un falso dilema entre conformarnos con el actual modelo o un supuesto caos o violencia".
Sánchez llegó a las instalaciones de Naciones Unidas invitada por la directiva de la Asociación de Corresponsales de la ONU, presidida desde hace tres meses por la norteamericana Pamela Falk, de la cadena estadounidense CBS, quien se ausentó del encuentro.
Poco antes, el vocero oficial de la ONU, Martin Nesirky, trató de deslindar a la organización de cualquier relación con la presencia de la opositora cubana en el predio del organismo mundial.
En un principio la llamada sesión informativa fue convocada para el auditorio de la biblioteca de la ONU, sede de la gran mayoría de las conferencias de prensa oficiales, incluidas las del secretario general, Ban Ki-moon, y los contactos diarios del vocero.
Pero ante la negativa oficial al respecto, el encuentro tuvo lugar en un espacio del piso que ocupan los corresponsales extranjeros en la biblioteca de la ONU, dentro del cuartel general del organismo.
La también denominada cibermercenaria cumple una amplia gira internacional iniciada hace un mes en Brasil financiada por la National Endowment for Democracy.
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