Contra Cuba y Venezuela destila veneno sin contemplación y bajo los mismos patrones de la propaganda fascista: mentir con afirmaciones incomprobables y sorprendentes.
Lo prueba su nota: “Cuba envía más de 2.000 agentes para apuntalar a Maduro en el poder” firmado por Emili J. Blasco, corresponsal en Washington.
El libelo, que ya no merece otro apelativo, arranca diciendo que “Cuba jugó fuerte en la gestión política de la enfermedad de Hugo Chávez y ahora está volcada en asegurarse de que el proceso electoral beneficia a Nicolás Maduro”.
Se trata de presentar al gobierno de Venezuela “sometido” a la línea ideológica de Cuba como si el proceso bolivariano no hubiera demostrado con creces su independencia y las coincidencias con la revolución cubana especialmente en su voluntad de servicio.
¡Como si los venezolanos no estuvieran demostrando su lealtad a Chávez y su apoyo a Maduro en una impresionante demostración, que no puede ocultar ABC de España!
Pero llama la atención la afirmación, “según fuentes de inteligencia”, incomprobables y no acreditadas: “La Habana está enviando un destacamento de agentes para el control electoral, que podría llegar a los 2.500 efectivos, de acuerdo con información de inteligencia salida de la isla.”
Para sustentar la mentira solo emplea declaraciones de Roberto López, jefe de las misiones cubanas en Venezuela, cuando una representación de estas rindió honores ante el cadáver de Chávez:”Estamos aquí para ratificar nuestra entrega; si hasta ahora lo estábamos dando todo, ahora estamos dispuestos a dar hasta nuestras vidas, nuestra sangre si fuera preciso por esta revolución”.
¡Vaya modo de manipular y mentir con esa declaración!
A la colaboración médica cubana y en otras esferas sociales la acusan de ser el pago al petróleo venezolano, otra vez la manipulación para la generosidad bolivariana de la cual se están beneficiando también numerosos países que ven con buenos ojos que se destine el recurso al desarrollo regional de los más desvalidos y no al enriquecimiento de una burguesía tanto nacional como internacional.
También es una fuente anónima quien se encarga de sustentar “el alto precio que Venezuela paga a Cuba por su colaboración” y señala: "Todo eso es una tapadera que esconde el control que Cuba tiene de Venezuela", asegura un anterior alto cargo de la estructura de poder chavista emigrado a Estados Unidos, que mantiene el anonimato para evitar represalias contra su familia. “El centro de operaciones de la inteligencia cubana, el G2, está en la sede que en Caracas tiene la agencia de noticias cubana Prensa Latina”.
La falta de rigor periodístico viene al caso porque se trata de Miami, estercolero a donde ha ido a refugiarse la ultraderecha venezolana con la mafia anticubana miamense y con ellos ABC de España. Triste rol.
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