Carromero: ¿Se cocina un plato fuerte en la ONU?

Las sesiones anuales de la Asamblea General de Naciones Unidas a veces recuerdan las telenovelas de corte dramático, donde se cuelan escenas más o menos humorísticas, para aliviar tensiones. En política no existe mucho desahogo, pero tampoco falta.

No me propongo hacer una relatoría de los acertado o manido de algunos discursos, pero tampoco quiero dejar en el aire el contenido de un cable transmitido por la agencia EFE, que no dice casi nada pero algo insinúa.

Según el despacho noticioso, el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, “mantendrá hoy (miércoles 26) una reunión en la sede de Naciones Unidas con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, en la que tratarán la situación del joven español Miguel Ángel Carromero”.

El texto recuerda que el encartado sigue preso en Cuba, a la espera del juicio que debe efectuarse el 5 de octubre, para dictaminar la pena que le corresponde por homicidio imprudente, dada su responsabilidad como conductor del auto accidentado en el cual perecieron los disidentes Oswaldo Payá y Harold Cepero.

Los percances de tránsito, con o sin víctimas, no suelen tratarse entre cancilleres y menos durante eventos internacionales, aún cuando esas citas sirven para las más variadas ocurrencias y contactos, tanto con buenos como pésimos propósitos.

Concurre en esta oportunidad que el susodicho no es cualquier peón, sino un alfil de la derecha española, suficientemente útil, o implicado, como para que altos dignatarios se pre-ocupen de su destino, por aventurado que lo maneje. Y no es un retruécano lo escrito, aunque lo parezca.

Algunos observadores muy atrevidos asocian ese asunto como uno de los motivos de la renuncia abrupta de la jefa de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, águila destacada entre los conservadores ibéricos que aparece entre quienes apadrinan al jefe de la rama juvenil del Partido Popular, encarcelado en Cuba por lo ya dicho.

Desde luego que el inesperado alejamiento de funciones que ejercía con temible intransigencia, bien pudiera ser un simple abandono de un barco en la borrasca, justo cuando la nave Rajoy se mueve por debajo de la línea de flotación.

Entre los contactos protocolares de Margallo en el contexto de la 67 sesión de la ONU, estuvieron los sostenidos con Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, y con Catherine Ashton, Alta Representante de la UE. Y como ella dijo días atrás que una comisión del pacto comunitario estaba haciendo su propia investigación del percance vehicular, vale suponer que el asunto Carromero estuviera en agenda o, quizás, lograr que cumpla la pena en su país de origen.

¿Será lo único tratado en lo que a Cuba respecta? Posiblemente, aunque muuuucho quede por ser ventilado.

Fuente: Blog Col y Cocuyos| Progreso Semanal


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