Mafia cubano americana: los planes de Lincoln Díaz-Balart

Foto de 25 de enero de 2012, del candidato republicano Mitt Romney acompañado por, desde la derecha, la representante Ileana Ros-Lehtinen y el ex representante Lincoln Díaz-Balart; aspirantes a altos cargos en la "Cuba post Castro".
Tal vez el trapo sucio más sonado [entre la mafia cubanoamericana] es el que involucra, indirectamente, a Lincoln Díaz-Balart y a su "renacida" Rosa Blanca con el atentado a Brokers Airline, según uno de los comentarios hechos a entretelones en esa ciudad.

No hace mucho, fue el propio Lincoln el que comentó en un marco muy reducido su pretensión de convertir a su organización en una similar a la famosa OAS francesa. Para lograr su participación en actividades de presión, no da la cara.

Acude, casi siempre en encuentros compartimentados, a la ayuda de terroristas como Ángel de Fana y Eugenio Llamera, desmarcándose de organizaciones comprometidas por sus actividades violentas como Alpha 66, el CID, PUND, CAMCO, CLC y otras.

Lincoln tiene viejas rencillas con la FNCA desde la época de Jorge Mas Canosa y de los hijos, piensa que, como su padre, son unos estafadores. Al que acepta, aunque no lo traga totalmente -según sus íntimos comentarios-, es a Huber Matos.

El caso de Lincoln Díaz-Balart es especial. Se sabe, y al menos él lo piensa así, como la opción presidenciable para una "Cuba post Castro". Para estos planes cuenta con el apoyo secreto de la ultraderecha norteamericana y de fuertes influencias dentro de los republicanos y el Complejo Militar Industrial. Por ello, Lincoln no se involucra directamente en nada, simplemente espera.

De acuerdo con fuentes del articulista no participa directamente en el apoyo a la contrarrevolución interna, usando a varios peones para estos sucios servicios. Mientras tanto se encarga de diseñar el futuro, su futura Ministra de Relaciones Exteriores, Ileana Ross-Lehtinen, ya escogida por él, se dedica a mantener la más agresiva guerra mediática contra la Isla.

La cuestión es que Lincoln piensa que, tarde o temprano, los EE UU tendrán que intervenir en Cuba, repitiendo, más o menos, los guiones empleados en Irak y en Libia, contando con el apoyo de la comunidad internacional. O sea, su plan de estrategia no es enviar saboteadores, ni apoyar a una debilitada e irrepresentativa contrarrevolución interna, sino preparar las condiciones para una intervención en Cuba. Es este sueño, compartido por él con algunos pocos, a los que aconseja mantener un perfil bajo mientras llega el tan esperado momento.

Lincoln descarta de su planes a varios de los contrarrevolucionarios que actúan dentro de Cuba, particularmente al desaparecido Payá y a Yoani Sánchez. De esta última no tiene buena opinión, según lo ha comentado a allegados, sugiriendo que sería más provechoso para sus planes que la dejaran salir de Cuba, donde se convertiría en una mas y desaparecería su popularidad.

Lincoln se siente seguro en sus planes, No teme que mercenario alguno pueda robarle el futuro estrellato, así como Montaner o Valladares, a los sobrelleva con cierta reticencia. Incluso no ve a su hermano Mario como uno más de sus futuros colaboradores,Como el propio pues le ha convencido de permanecer dentro de la política en Estados Unidos. Solo a su hermano José lo quiere cerca de él en Cuba, para hacerse cargo de la Radio y la Televisión.

Sin embargo, Lincoln recela fuertemente de la FNCA y de su influencia bipartidista, dadas las altas contribuciones que realizan a políticos de ambos partidos, tanto en La Florida como en otros estados. Otros peligros para Lincoln, creo yo infundados, son los Estefan, Emilio y Gloria, que se han dedicado a formar pachangas anticastristas, logrando cierto nivel de impacto más público que político. Hoy mismo, Emilio declaró a Radio Martí que es "un independiente", aunque es sabido que coquetea tanto con los demócratas como con los republicanos.

Como el propio Lincoln, los grandes empresarios cubano americanos esperan por el cambio de régimen en Cuba. En diferentes encuentros privados han atacado y cuestionado a carlos Saladrigas y a otros que están coqueteando con un acercamiento a la Isla. En general, los millonarios de La Florida se mantienen en posiciones intransigentes y realizan aportes secretos a varias organizaciones anticubanas, pero esperan pacientemente a que llegue tal vez el día ansiado.

Aunque del imperialismo no se puede confiar, parece que Obama no piensa, por el momento, autorizar acciones violentas de grupos irregulares dentro de Cuba, tal como lo está haciendo ahora en Siria, a pesar de las presiones muy fuertes del ala republicana y la extrema derecha anticubana. Por su parte, en estos momentos de elecciones, el ala derechista de los republicanos es sumamente cauta mientras gobiernen los demócratas y no apoyará este tipo de aventura sigilosamente.

Mientras tanto, la contrarrevolución en Miami envejece y se deteriora a sí misma por sus divisiones y pérdida de imagen. Todo es, en realidad, una cuestión sociológica: la Revolución ha ido garantizando su continuidad en las nuevas generaciones, mientras la contrarrevolución solo piensa en cuánto le entrará a sus bolsillos, mientras se van yendo, uno a uno, al cementerio.

Tomado del artículo "Los trapos sucios más ocultos de la mafia de Miami" de Percy Francisco Alvarado Godoy.

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