Luis Figuera.- Agustine Mandino, ex alcohólico, se convirtió en uno de los autores más celebres de los Estados Unidos, su psicología se basaba en repetir y repetir las acciones que se consideraban importantes. Su lema: “hazlo ahora”.
Sin embargo el universo creado por esta especie de pastor evangélico de la literatura de autoayuda, con el tiempo ha resultado ser una burbuja de mentiras.
En la campaña electoral venezolana el candidato opositor ante su evidente y estrepitoso fracaso, ha comenzado una burda imitación del señor Mandino.
El objeto de esta especie de conversión es el mismo de Edison Celulari, protagonista de la miniserie Brasileña Decadencia, realizada con datos sobre la vida secreta del represntante de la Iglesia del Reino Universal, Edir Macedo.
Decadencia, Trata sobre un hombre que utiliza la fe para mentir, y enriquecerse. Además de marcar una disputa pública entre grupos de poder, conmociono a Brasil, por las denuncias de corrupción.
Al igual que muchos falsos predicadores, corruptos y perversos, la idea central del candidato opositor, es utilizar elementos del culto tradicional, para convertir el país en una gran iglesia que pueda aceptar a ciegas todo un imaginario de mentiras y pendejadas.
En Carúpano, ante el asombro de sus seguidores, prometió convertir el agua salada en potable. En varias ocasiones ha propuesto multiplicar el dinero de los pobres, en alusión al milagro de los panes. Sus fotos orando de rodillas, no son más que rídiculas poses.
El llamado a sus seguidores, para que movilicen dos personas más, es un método de captación piramidal de empresas como Herbalife, pero fueron los discípulos los primeros en usarlo, para promover el santo evangelio.
Después de la presentación de su chucuto plan de seguridad, ha utilizado sus adoradores, para repetir y repetir las acciones con el fin de tratar de convencer de que su propuesta es viable, y es mejor, que la teoría de las ventanas rotas, y que el chasco de Peña, con Braxton.
El plan con el que se pretende catequizar al país, está sustentado en cuatro pilares: Área Policial, Prevención, Justicia Penal, y Sistema penitenciario.
Lo asombroso es que estudiosos del fenómeno de la criminalidad han llegado a la conclusión de que el impacto en la reducción del delito, atacando estas áreas, es muy bajo y es más simbólico que real. Según datos tomados del sistema de justicia Penal de los EEUU.
En una presentación llena de elementos litúrgicos “El sistema corrompido es lo que hace que los jóvenes se desvíen del camino del bien”. Algunas veces emulando a San Miguel Arcángel “conozco a este monstruo y se puede vencer”. El candidato ofreció el milagro de resolver los problemas del sistema penitenciario en doce meses, en homenaje a los apóstoles. "En el caminar por Miranda yo le decía a la gente nosotros vamos a derrotar la oscuridad, ha dicho el nuevo Santo del país, durante la separación de su cargo, con una pancarta llenas de nubes blancas de fondo, porque este mentiroso pretende venderse como un nuevo redentor.
Agustine tuvo éxito y muchos años después llegó a ser conocido como Og Mandino, Edir Macedo, fue juzgado en Brasil por fraude, lavado de dinero, y enriquecimiento ilícito. Al nuestro falso pastor le espera el repudio general de un pueblo fiel y creyente que reconoce al demonio disfrazado, o como diría la vieja Tita, a ese Majunche hay que hacerle la cruz. ¡Vade retro!.
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