Un verdadero proceso de depuración en la administración de justicia en Cuba se inició con el triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959, declaró Homero Acosta, secretario del Consejo de Estado, en el V Encuentro Internacional Justicia y Derecho.
Durante su conferencia magistral en el evento, que sesiona en el capitalino Palacio de Convenciones, Acosta destacó que los tribunales dejaron de ser odiados instrumentos de represión contra el pueblo y se convirtieron en vehículos de transformación revolucionaria.alt
Expuso el proceso de estructuración de los nuevos órganos judiciales, los que desde entonces reflejaron un profundo sentido de justicia y fueron fieles guardianes de la legalidad.
Como una experiencia singular citó la creación y funcionamiento de los Tribunales Populares, expresión de una verdadera justicia del y para el pueblo.
Acosta se refirió a la Ley 250, promulgada en 1973, de la Organización del Sistema Judicial, con la cual se unifican las distintas jurisdicciones existentes y se crea el sistema único de tribunales de todo el país.
Un hito importante fue la aprobación en referendo por el pueblo de la Constitución socialista, el 24 de febrero de 1976, ratificada por el 97,7 por ciento de los votantes y reformada en 1992, igualmente con el voto mayoritario del pueblo, para reajustarla a las nuevas condiciones en que se desarrollaba el país, destacó.
Acosta reconoció que los tribunales cubanos no están ajenos a las difíciles condiciones que hoy enfrenta la nación, y resaltó la voluntad del Estado de revertir esa situación paulatinamente. [RHC]
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