Hillary Clinton rumbea en Havana, pero de Cartagena de Indias [+ fotos]

Norelys Morales Aguilera.- Para rumbear nada como la música cubana y así sucede en Cartagena de Indias. En la noche del sábado lo confirmó Hillary Rodham Clinton, que por paradojas que escapan a la política fue nada menos que al bar La Havana con ¡música de Cuba!.

El bar está en la esquina de la Calle de la Media Luna con la Calle del Guerrero, semeja el típico bar habanero donde toca la Charanga, un grupo musical que  interpreta los diferentes ritmos cubanos.

La secretaria Clinton de inmediato se dejó llevar por el son montuno, la pachanga y los danzones que interpretan los 11 músicos del grupo que dirige el maestro Felix Cano, un cartagenero que lo fundó en 1999, pero que para los desconocidos parece cubano, porque su emoción y sencillez hacen sentir a los asistentes que estuvieran en realmente La Habana de Fidel y de Raúl Castro, según reseñó el periódico colombiano El País.

Una docena de cervezas -Águilas y Club Colombia-, dos vasos de whisky y unas botellas de agua llegaron a la mesa de la ilustre visitante. En el momento del brindis ella tomó tres sorbos de Águila y luego siguió con la botella de agua, que le sirvieron justo antes de que se levantara a bailar “Se me perdió la cartera” tras la que siguió en la pista, al ritmo de “Isla del encanto”. ¡Quien le diría que en la Isla “hay, pero no le toca” por estar anclada en la política derechista de aislamiento sostenida por su gobierno!.

A la una y cuarto de la mañana terminó la rumba de Clinton en Havana. Volvió a las calles de Cartagena, continuó el periódico,  en medio de esas rutas, más solas que de nunca, por las previsiones de seguridad que impiden el paso de carros. La dama de las relaciones exteriores imperiales buscó su hotel para descansar, quizás pensando en el cierre de la candente Cumbre de Las Américas, este domingo 15 de abril.

Si la señora Clinton no viviese obnubilada por el enseñamiento político, tendría la inequívoca certeza de que Cuba, su cultura y sus gentes pertenecen por derecho propio al universo caribeño y latinoamericano, que la prepotencia norteña desconoce.

Fotos: Portal Terra y El País de Colombia