Norelys Morales Aguilera.- En una carta a Benedicto XVI desde Santa Clara, el contrarrevolucionario Guillermo Fariñas hizo un llamado en nombre de la población cubana: “Cual discípulo de Jesucristo que es, aquel pobre carpintero sin riqueza material, pero multimillonario espiritual, estamos esperanzados que venga, a ponerse de parte de millones de Cubanos Humildes…”
Obviamente Fariñas se incluye entre esos cubanos humildes, un hombre hipócrita, un fariseo, puede hacer eso.
Los cubanos humildes son los que pueblan la Isla viviendo de su trabajo honrado, pero Fariñas no pertenece a ellos porque es un vago profesional que cobra por un trabajo deshonesto: vive del negocio de la contrarrevolución.
Obviamente, el Papa que venga “a ponerse de parte de millones de Cubanos Humildes” no aceptaría a la pandilla de Fariñas.
Las razones para escribir al Papa son “los abusos”, “la dictadura” y otras supercherías que la Oficina de Intereses de los Estados Unidos capitaliza en su trabajo de cambio de régimen en la Isla.
El mitómano ha sido juzgado y condenado en Cuba en dos ocasiones. En 1995 fue sentenciado a tres años de prisión sin internamiento y a una multa de 600 pesos, por la agresión a una compañera del hospital en el que trabajaba, a la que ocasionó múltiples lesiones en rostro y brazos. La prensa internacional ha silenciado completamente este suceso, que sin duda quebraría la imagen de su hombre.
En 2002, en la ciudad de Santa Clara, agredió con un bastón a un anciano tras una discusión política. Como consecuencia, a esta persona se le tuvo que practicar una intervención quirúrgica para extirparle el bazo. Fariñas fue condenado a cinco años y diez meses de prisión. Los grandes medios tampoco han reflejado este suceso.
Guillermo Fariñas tiene estrechos vínculos con personas y organizaciones de la extrema derecha de Miami, de quienes recibe financiamiento. Los pagos a Fariñas son reconocidos por él mismo en una carta, de agosto de 2009, dirigida a Ángel de Fana Serrano, conocido terrorista de Miami vinculado con la organización paramilitar Alpha 66. Y para hacer públicas las “ayudas” recibió el Premio Sajarov del Parlamento Europeo, dotado con 50.000 euros. Finalmente es otro asalariado de la Oficina de Intereses de los Estados Unidos en La Habana. Con ello es evidente la humildad de Guillermo Fariñas.
Este es el sujeto que intenta poner condiciones a una visita religiosa a nombre del pueblo cubano, que lo conoce como un vividor y violento.
Fariñas es secundado por El Nuevo Herald, que reseñó su carta al Papa, y por otros medios obedientes de la política de Estados Unidos como El Mundo de España.
Pero, Fariñas hace también destinatarios de sus embustes a los politiqueros anticubanos en Estados Unidos para seguir en su gozadera: Ileana Ross-Lethinen, Albio Sires, David Rivera, Marcos Rubio, Mario Díaz Balart y Robert Menendez, así como a Laima Andrikiene, Eurodiputada al Parlamento Europeo por Lituania.
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