Cimavax-EGF, vacuna cubana contra cáncer de pulmón. Foto Roberto Morejón |
"Estamos realizando unos 60 ensayos clínicos, de los cuales 20 son en otros países, para el tratamiento de diversas enfermedades, sobre todo cancerígenas", dijo Mayra Ramos, jefa del Departamento de Ensayos Clínicos del CIM, una de las instituciones que conforman el llamado Polo científico del oeste de la capital cubana.
El estudio clínico es la evaluación experimental de un producto, sustancia o medicamento prometedor, cuya aplicación en humanos pretende valorar su efectividad, así como su nivel de seguridad.
Durante el V Taller Internacional de Diseño y Conducción de Ensayos Clínicos, realizado en la capital de la Isla esta semana, Ramos reveló que cinco de esos ensayos ya están en fase de terminación y otros se coordinan con otras naciones, a partir de la tecnología cubana para enfrentar antígenos específicos en diferentes etapas.
Señaló que el centro desarrolla una línea amplia de productos, la mayoría dirigidos al tratamiento del cáncer y enfermedades autoinmunes, y participa en proyectos e investigaciones en colaboración internacional para probar la efectividad de ocho fármacos anticancerígenos.
Esos medicamentos, subrayó, son totalmente cubanos, pues fueron diseñados desde la molécula en los laboratorios del CIM y elaborados también en plantas nacionales.
Entre los fármacos obtenidos por el centro destacan el Nimotuzumab, el Cimavax-EGF, vacunas basadas en gangliósidos, las cuales se utilizan en el tratamiento de cáncer de pulmón, de mama, de próstata, cérvico uterino, de canal anal y de recto.
También se probará el Itolizumab para el tratamiento de las enfermedades autoinmunes, como artritis reumatoidea, psoriasis, diabetes y otras patologías.
El doctor José Luis di Fabio, representante de las Organizaciones Panamericana y Mundial de la Salud (OPS y OMS), destacó la capacidad de Cuba de desarrollar productos biotecnológicos, con gran impacto en la salud y el mejoramiento humano.
Subrayó que el ejemplo cubano es único porque a pesar de las limitaciones, logra completar todo el ciclo de pensar, investigar, crear, desarrollar, producir, hacer los ensayos clínicos y obtener medicamentos de relevancia para la salud humana.
El Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos (Cencec), que organizó el foro internacional, al cual asistieron expertos de una decena de países, fue creado en diciembre de 1991 como soporte de la nueva industria de base tecnológica, imprescindible para los centros científicos de la isla.
En dos décadas, el Cencec ha efectuado 124 ensayos clínicos que evaluaron 55 productos de 25 instituciones, con la participación de más de 3.500 investigadores y casi 20.000 pacientes.
La biotecnología cubana mantiene un alto interés en el tratamiento del cáncer, primera causa de muerte en la isla, donde unas 20.000 personas, como promedio, fallecen cada año por esa enfermedad.
Expertos consideran al cáncer como una enfermedad crónica no transmisible y estiman que quienes la padecen, aun en estado avanzado, no deben asociarla necesariamente a la muerte, pues un enfermo tiene una sobrevida de más de 10 años. [Xinhua]
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