Miami es la capital del fraude contra el seguro social y el Medicare pero también la ciudad donde se han librado batallas absolutamente absurdas como aquella que pretendió retener, en la ciudad, como exiliado, a un niño cubano llamado Elian González cuya custodia, tras la muerte de su madre en una balsa, evidentemente correspondía a su padre aun en Cuba y así lo falló la autoridad competente. El rencor por la derrota sufrida entonces ha sido vengado con creces en al caso de “Los Cinco”, la forma breve empleada por las autoridades cubanas para referirse a cinco oficiales de la inteligencia cubana aprehendidos en EEUU.
Wikipedia resume el caso en los siguientes términos: 16 y 17 de junio de 1998: “Las autoridades de la Seguridad del Estado cubano, en un intercambio con el FBI, le entregan 230 páginas sobre las actividades terroristas contra Cuba, cinco videocasetes con conversaciones e informaciones transmitidas por las cadenas de televisión sobre acciones terroristas contra Cuba y ocho casetes de audio, ascendentes a dos horas y 40 minutos, sobre conversaciones telefónicas de terroristas centroamericanos con sus mentores en el exterior. El FBI reconoce estar impresionado por la abundancia de pruebas y responde que dará respuesta en dos semanas. Respondió con la detención de los cinco cubanos el 12 de septiembre de 1998”.
La polémica sobre el caso se centra, de nuevo según Wikipedia, de esta manera: “Grupos opositores afirman que el derribo de 2 avionetas de la organización Hermanos al Rescate por parte de la fuerza aérea de Cuba fue posible gracias a la información transmitida por los agentes cubanos en Miami. Los grupos opositores afirman que las avionetas fueron derribadas en aguas internacionales, mientras que La Habana afirma que lo fueron en el espacio aéreo cubano, después de varias advertencias. El gobierno estadounidense acusó a los agentes cubanos de trabajar en territorio estadounidense al servicio de la inteligencia de una nación extranjera. El regimen de Cuba alega que envió a estos 5 agentes únicamente para infiltrarse en grupos terroristas y así obtener información de futuros actos de este tipo contra Cuba”.
Las autoridades cubanas adquirieron merecida reputación por la eficacia de su aparato para penetrar las organizaciones del exilio sin ser dectectadas. En el caso de “los cinco” tampoco lo fueron. No hubieran expuesto la suerte de sus agentes si no hubieran estado convencidas de que no violaban ni atentaban contra la seguridad interna de los Estados Unidos. Su identificación fue posible gracias a la colaboración de las autoridades cubanas y su encarcelamiento no procedía y no procede por dos razones muy poderosas.
No ayuda a los EEUU porque descuartiza cualquier pretension de superioridad moral y jurídicamente deslegitima el encarcelamiento y las condenas como ha denunciado Amnistía Internacional. En medio de la histeria guerrerista creada por la Administración Bush y la intolerancia del exilio cubano cualquier juez queda como rehen de las presiones intimidatorias que ellos generan y los rencores que la inspiran.
El caso contra “Los Cinco” se sustenta en la venganza y está lejos de servir la causa que dice representar el exilio cubano. El caso, como otros, solamente evidencia la sumisión de un orden judicial cautivo del clima político de Miami. Los que sustentan la causa contra “Los Cinco”, son como cualquier cosa, buena o mala, que exista dentro de Cuba, pero no es verdad que son mejores.
Extracto de artículo de Melvin Mañón.
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