Autoridades estadounidenses multaron a la empresa Flowserve Corp., con sede en Irving, Texas, por vender equipos de prospección petrolera a compañías que comercian con Cuba, informó un comunicado oficial.
Un anuncio de Adam J. Szubin, director de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) del gobierno, indica que la empresa accedió a pagar 502 mil dólares por presuntamente violar las leyes de bloqueo de Estados Unidos contra La Habana.
En los últimos meses grupos conservadores de la Florida y del Congreso estadounidense presionan a la Casa Blanca para adoptar severas medidas encaminadas a entorpecer los planes de desarrollo petrolero de los cubanos.
La empresa sancionada diseña, distribuye y respalda sistemas que son empleados en plataformas de perforación mar afuera.
Flowserve o sus filiales en el extranjero vendieron un monto dos millones 100 mil dólares en bombas, válvulas y otros componentes, algunos de los cuales fueron adquiridos entre 2005 y 2006, por compañías que mantienen relaciones comerciales con Cuba.
La firma texana también debe abonar dos millones 500 mil dólares al Buró de Industria y Seguridad (BIS) del departamento de Comercio para enfrentar acusaciones de transgredir las normas de exportación de Estados Unidos.
A causa de estas sanciones, Flowserve Corp. anunció medidas para una retirada de los mercados de países sancionados unilateralmente por Washington.
Recientemente, un grupo de 34 congresistas norteamericanos, entre ellos la representante conservadora por Florida, Iliana Ros-Lehtinen, demandaron a la petrolera española Repsol YPF la cancelación de sus planes de explorar en aguas de Cuba.
En los propósitos de Repsol está el uso de una plataforma de construcción china, la Scarabeo 9, para explorar yacimientos petrolíferos este año en aguas profundas de Cuba en el golfo de México, la que presuntamente tiene algún componente de procedencia estadounidense.
La firma española está amenazada de enfrentar riesgos comerciales y legales en Estados Unidos si continúa apoyando y comerciando con el gobierno cubano.
A esta política de cerco se unen, además, amenazas contra líneas aéreas, turoperadoras y oficinas de venta de boletos para viajar a Cuba.
Víctimas de estas prácticas fueron las compañías Spirit Airlines, por cumplir las disposiciones internacionales que obligan a pagar el uso del espacio aéreo de cualquier nación, United Radio, con sede en Kentucky, y Sónida Internacional, radicada en Forest Hill, Nueva York, así como Atlantic Bank, de Florida. [Con información de PL]
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