En la tierra del reino Ogoni, en pleno corazón del delta del Níger, una región pobre e inestable, riquísima en hidrocarburos, la polución petrolera lo invadió todo. Las reiteradas pérdidas volcaron miles de barriles de bruto en la naturaleza. Los habitantes viven invadidos por el petróleo que contamina su agua, su tierra y hasta el aire que respiran, según un informe de AFPTV.
A estas tragedias conduce el sistema depredador que no da oportunidad a los africanos para elegir entre la miseria y los métodos miserables que se les aplican. Ser indiferentes es ser cómplices, en primer lugar los consumistas y guerreros que emplean ese petróleo.
Pero, pareciera que los africanos son los únicos responsables de sus tragedias, que irán en aumento y nadie desea recordar lo que debe la "civilización occidental" al África.
Poco después del lanzamiento en febrero del documento de estrategia para la próxima década del Banco Mundial, "El futuro de África y el Apoyo del Banco Mundial", se produjo una nueva ola de demagogia sobre el desarrollo.
En menos de tres meses, se extendió un mini-tsunami de afro-optimismo: la perspectiva económica para el Africa Subsahariana del Fondo Monetario Internacional, el optimista estudio de la Comisión Económica sobre Africa, el informe sobre la competitividad del Foro Económico Mundial de Africa, y el descubrimiento del Banco Africano para el Desarrollo, de una extensa "nueva clase media" (creativamente definida incluyendo al 20% de los africanos cuyos gastos son de $ 2-4/día).http://www.blogger.com/img/blank.gif
Borrachas en su propia retórica neoliberal, las organizaciones multilaterales se desmayan ante las supuestamente excelentes perspectivas de exportación y de crecimiento del continente, restando importancia en este proceso a las opresiones estructurales subyacentes de las que son cómplices: las relaciones de poder corruptas, la vulnerabilidad económica, el empeoramiento de la "maldición de los recursos", la apropiación de tierras y las amenazasde caos ambiental y enfermedades. Leer más
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