Chile, la jauría tiene quien la guie [+ video]

Sobre Camila Vallejo, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, han caído las furias más misóginas y conservadoras desde que se puso al frente de una movilización que no cesa y que ha puesto negro sobre blanco no sólo las inequidades que plantea el modelo educativo chileno, sino las que afectan a toda la sociedad. Comunista, con una clara conciencia de género, Vallejo sabe ahora que los prejuicios que hasta hace poco enunciaba en sus discursos tienen otro peso cuando se viven en carne propia. Aunque esta experiencia tampoco la obliga a retroceder.

Veronica Gago.-
¿Será que su cara bonita desentona con el vocablo comunismo? ¿Será que su locuacidad y firmeza al hablar no se corresponden con su juventud? ¿Será que su cargo como líder estudiantil no combina con la soltura ante las cámaras de TV? ¿Será que su informalidad al vestir es un contrapunto llamativo con un rostro siempre cuidadosamente maquillado? ¿Será que una sociedad como la chilena espera que chicas como ella mueran por ser modelos o funcionarias pero que les resulta insoportable que una universitaria de clase media se consagre como agitadora? Especulaciones para entender por qué Camila Antonia Amaranta Vallejo Dowling, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), se ha convertido en líder indiscutida entre sus pares y, a la vez, en blanco de vapuleos y amenazas desmedidas. Como si el tono llevadero que trasuntan sus afirmaciones ideológicas y la serenidad con que entona su intransigencia provocaran una profunda ira.

“SE MATA A LA PERRA Y SE ACABA LA LEVA”

Sólo así se explica que la secretaria ejecutiva del Fondo del Libro, funcionaria del Ministerio de Cultura, haya tuiteado: “Se mata a la perra y se acaba la leva”, refiriéndose a Camila Vallejo. Tatiana Acuña Selles, la funcionaria en cuestión, ya fue removida del cargo, luego de que decenas de artistas se manifestaran públicamente en contra de sus dichos. Fueron también funcionarios jóvenes los que pusieron a circular la dirección y el teléfono de Vallejo, en clara promoción de amenazas. Esos datos fueron propagados por @derechatuitera, cuyos administradores también debieron disculparse luego con la dirigente.

Esa frase tiene un antecedente memorable: se dice que fue pronunciada por Augusto Pinochet cuando informó de la muerte de Salvador Allende. Ximena Valdés, directora de Cedem (Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer) escribió un artículo donde repone todos los supuestos de esa expresión afín al veloz formato de los 140 caracteres: “Cuando las mujeres se quedaban sin hombre en el campo chileno y, sobre todo, en las grandes haciendas, se decía: ‘Se mata la perra y se acaba la leva’.

Normalmente los patrones casaban a las viudas y a las niñas solteras para que no se alterara el orden sexual de los campos y así, bajo el matrimonio a menudo impuesto, a cada hombre su correspondiente esposa. A las mujeres sin el control sexual del esposo se las veía como peligrosas, a más que desviaban a los hombres de sus obligaciones laborales. Tal como los períodos de celo de los caninos, se pensaba que liquidando a la hembra los perros acallarían sus instintos sexuales y ya no se verían esas grandes levas de perros machos aullando tras las perras en celo. (...)

Que una funcionaria de este régimen extraiga de la vieja doble moral hacendal este principio autoritario propio de las lógicas de dominación del viejo Chile tradicional para referirse a Camila Vallejo constituye una pieza maestra vergonzante de la agazapada cultura autoritaria que hoy emerge con fuerza bajo las derechas en el poder. (...) Ni perra ni leva, señora secretaria ejecutiva del Consejo del Libro. Se acabaron los inquilinos. Se acabó la cabeza ‘gacha’ y aunque los dueños de Chile estén en el gobierno, lo que Ud. llama leva no parece estar dispuesto a obedecerles”.

El padre de Camila, en declaraciones a la revista Cambio21, responsabilizó al gobierno y mostró su preocupación no sólo por su hija sino por todos los estudiantes involucrados en el movimiento. “Esto es preocupante porque hay cabros que están más desprotegidos que ella, que no están a la cabeza del movimiento y que son igual de importantes que ella. Esto les debe estar pasando a otros estudiantes”. Y agregó: “El gobierno con sus llamados de represión les da piso a desequilibrados que pueden hacer cualquier cosa pensando que están avalados por la autoridad. Si le pasa algo a Camila, el responsable es el gobierno. El está dando carta blanca para que ocurra cualquier cosa”. La Corte de Apelaciones de Santiago acaba de desestimar un recurso de amparo preventivo presentado por los padres de Camila, que buscaba proteger su integridad física.

También el vicepresidente de Renovación Nacional, Juan Pablo Camiruaga, a través de Twitter, agredió e insultó a Vallejos: cuando la líder convocó por su cuenta al “velatón por la educación” frente a la casa de gobierno, Camiruaga le respondió: “¿Qué velatón? Andate a dormir a tu casa, ya nos aburriste, déjate de desordenar el país, ¡cabra de mierda! Los demás trabajamos”. Por las repercusiones inmediatas, el funcionario debió disculparse: “Lo de cabra de mierda estuvo de más, pido disculpas. Pero basta de tanto show y dialoguen. Yo sí quiero mejor educación”, dijo. Un poco después agregó: “Mis dichos fueron un poco machistas. Insisto en las disculpas”. [...]

Tomado de Página 12, Argentina


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