M. H. Lagarde.- Los promotores de la bloguera mercenaria cubana Yoani Sánchez ya no saben qué inventar para vendernos al falso personaje. Después de convertirla en millonaria a golpe de premios inmerecidos parece que la nueva estrategia de los diseñadores de su fraudulenta campaña es asociarla a personajes de la llamada farándula.Ahora, a la bloguera lo mismo se la presenta en páginas de Internet junto a la cantante Paulina Rubio que se le concertan citas con la actriz norteamericana, Julia Stiles.
Sobre su encuentro con la intérprete del personaje de Nicky Parsons, quien presuntamente visitó la Isla a propósito del último Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano que todos los años se celebra en La Habana, nuestra “genial estrella” de la laptop acaba de escribir en su blog:
“Julia y yo somos de esa generación de norteamericanos y cubanos que ha sido separada y enfrentada por una retórica ajena a nuestros deseos. Descendientes de unos Montescos y Capuletos que trataron de heredarnos sus inquinas, sus odios. Aunque mirándolo con objetividad no lo lograron y el resultado ha sido más bien todo lo contrario. Cerca, pero apartados, afines y sin embargo azuzados, muchos jóvenes de aquí y de allá estamos hartos de esta “guerra fría” desfasada y de las consecuencias que trae a nuestras vidas. Así que el encuentro con Julia tuvo carácter de conciliación, como si en medio del combate dos contrincantes se acercaran y comenzaran a tantearse, a abrazarse”.
Después de leer tal cosa –escrita en el plural de la primera persona en el mejor estilo fariñesco-, uno no puede más que preguntarse: ¿Estará Julia Stiles en contra del bloqueo que once administraciones de Estados han mantenido contra Cuba durante medio siglo? ¿Rechazará la actriz a connotados terroristas internacionales como Posada Carriles, a quien Yoani Sánchez define como “una cortina de humo, un tema que no le interesa a nadie”?. ¿Participará la actriz, como lo hacen otras estrellas de Hollywood, en campañas a favor de la libertad de los Cinco Héroes cubanos injustamente prisioneros en cárceles norteamericanas?
La verdad que quien conozca a la bloguera no puede entender cómo puede estar ella harta de una guerra fría que ahora mismo se mantiene y prolonga, por obra y gracia del Departamento de Estado de Estados Unidos, nada menos que a través de las redes sociales. Tampoco puede entender su discordia con el gobierno estadounidense. Si alguien en Cuba parece tener las mejores relaciones con el imperio es Yoani. Así lo demuestra la excelente opinión que tienen sobre ella sus superiores de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana o el hecho de que hasta el presidente Obama, después de casi un año sin ofrecer una conferencia de prensa ante los corresponsales acreditados en la Casa Blanca, haya perdido su maravilloso tiempo en la ridiculez de concederle una entrevista.
¿Si la actriz, como la bloguera afirma, es una seguidora de su blog a qué viene tanta abrazadera? En fin, que nadie sabe a qué Montescos y Capuletos se referirá Yoani. Lo que sí todo el mundo sabe es que nuestra cursi, y ahora también farandulera bloguera, hace mucho rato, que ya consumó su manoseado abrazo con el otro bando.
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